En un comunicado, la organización explica que el Gobierno de Botsuana ha entregado a las empresas del diamante casi todas las tierras que "durante miles de años" han regentado los bosquimanos "gana" y "gwi", cazadores-recolectores.

En 1961, gran parte de esas tierras fueron convertidas en la Reserva de Caza del Kalahari Central (RCKC) para proteger la caza. Sin embargo, en los últimos 17 años, el Gobierno de Botsuana ha llevado a cabo una campaña de acoso para expulsrlos, que culminó en la destrucción de su pozo de agua el año pasado.

"La mayor parte de los bosquimanos fueron expulsados por la fuerza, y viven ahora en desoladores campamentos donde se extienden el alcoholismo, el sida y la desesperación", señala Survival.

A pesar de las intimidaciones, unos 50 bosquimanos se negaron a abandonar sus tierras. "Al menos 50 más que habían sido expulsados han regresado. Sin embargo, poseen poca agua, se les ha prohibido cazar y se enfrentan a una presión constantepor parte de los funcionarios para que se marchen", concluye la organización.