Así lo aseguró hoy CCOO, una de las organizaciones que integran el Consejo. En un comunicado, el sindicato explica que los 250.000 abonados que viven en pequeñas localidades y que acceden al servicio telefónico mediante tecnologías de telefonía móvil analógica recibirán vía fax o Internet a una velocidad 10 o 15 veces inferior a la del resto de usuarios.

A lo anterior, el Consejo añade problemas de ruido y de baja calidaden las comunicaciones de voz, un mayor número de averías de los terminales en los domicilios de los usuarios y un tiempo mayor para la reparación de éstas.

"El Consejo Social de las Comunicaciones no puede aceptar que, por razones de coste, se mantenga esta situación discriminatoria en un servicio público, cuando afecta a un número relativamente pequeño de abonados, y teniendo en cuenta que una situación similar no se produce en ningún otro país de la UE", aseguró CCOO.