En el estudio se señala que todas las comunidades autónomas, salvo Canarias, han subido en los últimos años del 6% al 7% el tipo para las transmisiones de inmuebles dentro del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, y del 0,5% al 1% del tipo general de los documentos notariales (escrituras y demás). En este último caso, a la excepción de Canaras se unen también Baleares y Murcia.

En el País Vasco y Navarra, el tipo general para transmisiones de inmuebles sigue fijado en el 6% e, incluso, en Alava, Guipúzcoa y Navarra hay tipos más reducidos si lo transmitido es una vivienda. Además, en todos los territorios forales el tipo para documentos notariales permanece en el 0,5%.

Gimeno y Pich i Rosell mostraron su preocupación por la subida de ambos impuestos en la mayoría de las autonomías, porque, a su juicio, es una contradicción si se quire abaratar el precio de la vivienda. Según Gimeno, aunque esta subida pueda parecer pequeña, en cifras absolutas supone mucho dinero si se tienen en cuenta los elevados precios de la vivienda y que además hay que pagar el impuesto de plusvalías.

"La transmisión de una casa se pone muy cara en cualquier comunidad autónoma", afirmó Gimeno, quien cree que si lo que se quiere es abaratar las viviendas, una política adecuada podría ser rebajar los tipos de estos impuestos. Para Pich i Rosell, habría que rvisar esta situación, porque esos "peajes" dificultan el tráfico mercantil y "no ayuda nada que una persona tenga que tributar por vender algo que otra persona quiere".

Según el REAF, Cataluña y Madrid fueron las primeras autonomías en aumentar estos impuestos, en 2001 y 2002, y posteriormente se han ido sumando todas las demás, siendo la última Castilla y León, que aplica la subida desde este año. En el caso de documentos notariales, explicaron que Cataluña es la que mejor está, porque tiene una escaa de tres tipos con un tipo inferior al 1% para algunos documentos.

El estudio del REAF pone de manifiesto que la cesión de la capacidad normativa de los impuestos a las autonomías permite aproximar al terreno las normas fiscales para intentar responder a necesidades concretas, pero también ha dado lugar a una legislación "farragosa y compleja" que duda que los contribuyentes entiendan en muchos casos.

ELECCIONES

Pich i Rosell recalcó que todas las normas fiscales deben de tener "cierta vocació de permanencia" para que tengan resultados y todos los contribuyentes tengan el tiempo suficiente para conocerlas. Indicó que es bueno que se hable de los impuestos en esta campaña electoral, porque demuestra que es un país con conciencia de la importancia de los temas económicos.

A su juicio, también es positivo que se reconozca que bajar impuestos no va con una u otra tendencia política, que ningún partido esté planteando subir el IRPF y que se empiece a hablar de la necesidad de modificar el Impueto de Patrimonio y el de Sucesiones y Donaciones.