La Policía tuvo conociiento de los hechos el pasado sábado, al ser reclamada su presencia para apaciguar los ánimos en una reyerta familiar. Una vez personada la patrulla en el lugar de los hechos, J.A.F., visiblemente nervioso y esgrimiendo un cristal, amenazaba con suicidarse cansado de que su suegra le obligara traficar con drogas.

J.A.F, en medio del escepticismo de los familiares de su mujer, acompañó a la patrulla policial hasta la Comisaría, donde, y tras interponer la denuncia, entregó a la Policía una tableta de hchís, de 250 gramos de peseo, indicando a los agentes el lugar exacto donde se encontraba el resto de la droga en el interior de la casa de la madre de su mujer.

En el posterior registro, la Policía encontró hasta un kilo de hachís, almacenado en distintos puntos de la casa, a pesar de que la suegra lo negara todo.

Al parecer la suegra del denunciante exigía a su yerno vender droga para contribuir a la economía familiar, hecho al que éste se negaba con reiteración, lo que originió continuas dispuas familiares.