Los miembros de la Comisión, presidida por el director general de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente(MOPTMA), Adrián Baltanás, estimaron que la precaria situación de los embalses de cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, a causa de la escasez de reservas, desaconseja el trasvase.

Los pantanos de Buendía y Entrepeñas tienen 180 hectómetros cúbicos menos que en 1994, cuando se autorizó un trasvase de 55 hectómetros cúbicos para regar 50.000 hectáreas del área levantina.

En julio del año pasado la Comisión consideró que estaban totalmente garantizadas las necesidades de la cabecera de la cuenca el Tajo, a pesar de que el embalse de Buendía quedó al 7 por ciento de su capacidad tras ceder el agua, y, además, el río, a su paso por Aranjuez, registraba un caudal de 6 metros cúbicos por segundo, cumpliéndose así los requisitos necesarios para dar el visto bueno al trasvase.

Por el contrario, en esta ocasión, el MOPTMA considera muy "delicada" la situación hídrica de la cabecera de la cuenca del Tajo, por lo que la Comisión ha optado por no atender la petición de los agricultores y de las autoriddes murcianas y alicantinas.

Adrián Baltanás insistió en que la legislación actual impide autorizar el trasvase, ya que no se cumplen los requisitos exigidos sobre el nivel de reservas y caudal ecológico del Tajo.

EL AGUA PRECISA

El pasado viernes, la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura sí autorizó sin embargo el trasvase de 45 hectómetros cúbicos de agua para abastecer a los dos millones de habitantes de Murcia, Alicante y Albacete servidos a través de la Mancomunidad de os Canales del Taibilla.

Con ese trasvase, el MOPTMA estima que es posible afrontar con confianza el abastecimiento durante toda la temporada veraniega. No obstante, el ministerio ha formulado una llamada de prudencia a todos los ciudadanos para que utilicen sólo el agua precisa para sus necesidades, sin despilfarros.

Esta decisión no provocó las críticas del Gobierno de Castilla-La Mancha, puesto que se trataba de cubrir las necesidades de consumo humano. Por el contrario, las autoridades de la uenca que cede el agua se oponen, ante la escasez de agua, a travases destinados al abastecimiento de regadíos.