Esto ha provocado, según afirmó el analista del Observatorio del Alquiler Sergio Cardona en una rueda de prensa celebrada este martes, que existan viviendas que hayan recibido más de 1.000 contactos en solo diez días.

"Nos encontramos un caso concreto en el que se sobrepasaron las 2.700 solicitudes de información", apuntó este experto, quien destacó que este tipo de casos se suelen dar en viviendas con precios muy ajustados.

Cardona también explicó que este aumento de la presión ha provocado que muchos de los arrendatarios huyan a provincias limítrofes como Tarragona, que ha pasado en solo un trimestre de una presión de tener 21 interesados por vivienda a tener 99 solicitudes por anuncio.

Para Cardona, este aumento vertiginoso de la presión de la demanda es una consecuencia directa de la declaración de zona tensionada en 271 municipios catalanes por parte de la Generalitat de Cataluña. Esta medida, según Cardona, ha hecho que muchos arrendadores tengan miedo a poner su vivienda en alquiler o hayan decidido optar por otro modelo de alquiler, lo que ha hecho que el parque de vivienda de alquiler en Cataluña se haya reducido en 23.000 inmuebles desde 2023.

De la misma opinión es el profesor de la Universidad Rey Juan Carlos Fernando Pinto, coautor del estudio, quien señaló que “las limitaciones de precios han demostrado su falta de eficacia”. Pinto, además, recalcó que el futuro pasa por la inclusión de medidas que flexibilicen el mercado del alquiler y lo hagan más atractivo desde el punto de vista fiscal. Asimismo, reclamó un aumento de la vivienda social que ponga este tipo de viviendas a niveles europeos -en España es el 2% y la media europea ronda el 8%-.

Este aumento de la demanda provocó que los precios del alquiler subieran un 10,53% desde 2023 y un 2,23% respecto al segundo trimestre, hasta 1.598 euros al mes. Así, Barcelona se situó como la segunda provincia con la renta mensual más cara tras Baleares, donde los precios subieron un 11,43% respecto a 2023, hecho que se produjo a pesar de que la demanda descendió ligeramente (105 interesados en 2023 y 102 en el segundo trimestre de 2024). En la media nacional, el precio se situó en 1.106 euros.

MÁS PRESIÓN

No es Barcelona el único territorio en el que aumenta la presión de la demanda. Vizcaya y Valencia pasan de tener 43 y 76 interesados por vivienda en 2023 a tener 168 y 138, respectivamente.

Respecto a la provincia situada en el País Vasco, Pinto destacó dos factores: el escasísimo parque de vivienda en alquiler existente en la capital vizcaína (apenas 5.000 viviendas) y el “efecto expectativas”. “Si tú das a entender que podrías poner en un futuro próximo medidas que vislumbran un tope de precios, la oferta se contrae”, explicó Pinto.

En Madrid, el estudio muestra que prácticamente se duplica el número de solicitantes de vivienda (de 53 interesados a 102) y se produce una subida del 2,53% respecto al primer trimestre y del 10,53% respecto al pasado año.

Por último, el estudio destaca que a pesar del aumento de la oferta (8.000 inmuebles más en el segundo trimestre) existe una merma de 50.000 viviendas respecto a 2023, año que ya marcó un mínimo respecto a ejercicios anteriores. “Pese a que se observan subidas, la oferta es insuficiente y más en poblaciones como Madrid o Barcelona, donde la demanda no deja de crecer”, sentenció Cardona.