En el marco de las "Jornadas sobre el Futuro de la Energía" organizadas por la Cámara de Comercio de Cantabria y el Foro Empresarial de Medio Ambiente en Santander, el presidente de la AOP y el director general de AOP, Álvaro Mazarrasa, expusieron el papel de los operadores petrolíferos en este periodo de transición y la visión de la industria petrolera en relación a los biocombustibles de segunda generación, respectivamente.

Durante su intervención, De Riberolles, subrayó que "la demanda de productos petrolíferos tendría que adaptarse a una oferta limitada de unos 100 millones de barriles diarios a partir de 2020".

A su juicio, "de aquí a dicha fecha, el crecimiento medio de la demanda será del 1,2% anual (un millón de barriles diarios)" y destacó a su vez "la necesidad de hacer importantes esfuerzos energéticos para contener la demanda".

Asimismo, informó del fuerte crecimiento de la demanda de los países emergentes (China e India), que ha pasado del 40% en 2005 y que representará el 51% en 2030. Por el contrario, los países de la OCDE están sufriendo un ligero descenso de la demanda.

Por último, De Riberolles señaló que debido a la evolución que está experimentando la demanda mundial "las refinerías existentes deberán hacer un proceso de conversión para adaptarse a este nuevo contexto".

Por su parte, Álvaro Mazarrasa señaló que "las compañías petroleras apoyan la diversificación energética y la búsqueda de energías alternativas a los hidrocarburos que contribuyan a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero".

También sostuvo que "los biocombustibles representan una de las soluciones posibles y por esta razón, las compañías petrolíferas están comprometidas desde hace tiempo con su incorporación en las mejores condiciones para los usuarios y respetando los criterios y objetivos de eficiencia energética y sostenibilidad".

En su opinión, el biodiésel se presenta como el biocombustible más adecuado para cumplir con los objetivos de ampliación del uso de los mismos en España.

En este sentido, manifestó que es necesario potenciar más el biodiésel porque reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en mayor medida. Además, el coste energético de la producción de biodiésel es un 25% menor que el de bioetanol, tiene un mayor poder calorífico (por lo que se rodarán más kilómetros con el mismo volumen) y no presenta dificultades logísticas para su transporte y distribución.