DELORS QUIERE MANTENER HASTA 1995 L SISTEMA DE FINANCIACION DE LA CE, QUE PERJUDICA A ESPAÑA
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El ministro de Economía, Carlos Solchaga, afirmó hoy en el Senado que el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, quiere mantener hasta el 1 de enero de 1995 el actual sistema de financiación de la CE, que ha sido reiteradamente criticado por el Gobierno español debido a su carácter regresivo.
Solchaga explicó que esa es la última propuesta de Delors, que intenta ser un compromiso entre los países rcos, que no quieren aportar más a la CE, y los pobres del Sur, entre ellos España, que consideran regresivo el actual sistema, al basarse principalmente en una aportación a cargo del IVA.
El ministro, aunque no se pronunció explícitamente sobre esta propuesta, recalcó que España no podrá aceptar nada que conduzca a convertirla en una contribuyente neta a la CE, puesto que su PIB per capita no llega al 80 por cien de la media comunitaria.
No obstante, Solchaga aseguró que la última propuesta de Deors no recorta la dotación del Fondo de Cohesión, del que España espera obtener 700.000 millones de pesetas entre 1993 y 1997 para proyectos medioambientales y de transporte.
El Gobierno teme que el mantenimiento del sistema de financiación y las tentativas de algunos países para recortar el Fondo de Cohesión Social merme al superávit de ingresos y pagos con la CE, que ha pasado de 396.021 millones de pesetas en 1991 a los 203.979 millones previstos para 1993.
Otra novedad sugerida por Delors coniste en sacrificar 900 millones de ecus (alrededor de 125.000 millones de pesetas) destinados inicialmente a proyectos de investigación para reasignarlo a la modernización de la ex Alemania del Este.
Solchaga no censuró esta medida, que perjudicará a España, pero sí se mostró muy critico con la presidencia británica de la CE, hostil al Fondo de Cohesión, a la que acusó de formular propuestas "sesgadas" en contra de España y otros países comunitarios.
LA ESPERANZA, EN BAJA
El ministro reconoció ue el proceso de unión europea atraviesa un momento "menos esperanzado", aunque reiteró su convencimiento en que es "irreversible". Añadió que, pese a las dificultades, el Tratado de Maastricht no debe ser modificado, porque es imposible construir una Europa "a la carta", contentando las reclamaciones de cada uno de los doce.
De otro lado, Solchaga calificó de "lamentable" el fracaso de las conversaciones del GATT (Acuerdo General de Comercio y Aranceles) para avanzar en la solución de los conflictos omerciales a nivel internacional.
(SERVIMEDIA)
10 Nov 1992
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