Se trata de dos hombres que actuaban como "cogoteros", personas que vigilan los movimientos de los clientes de los bancos y les roban al sacar dinero de lo cajeros o al salir de las oficinas, cuando tienen indicios de que potan cantidades importantes.

El asalto fue denunciado por la víctima, lo que motivó la intervención de la Policía y su persecución hasta que ambos delincuentes entraron en el metro por la estación de Lavapiés.

A las 12:45, los agentes que participaban en la persecución pideron la paralización del servicio del metropolitano, que tras la inspección de los túneles entre las estaciones de Embajadores y Sol, se reanudó pasadas las 14:45 horas.

La Policía cree que los delincuentes han abandonado yael metro y continúan la búsqueda de ambos fuera en la red pública de transporte.

La Jefatura Superior de Policía de Madrid aseguró que los huidos no tomaron en ningún momento rehenes, ni se ha comprobado que ninguno de los dos fuera armado. Durante la persecución no se ha producido ningún herido.