En un comunicado, Méndez dijo sentir "estupor y tristeza" porque miembros del Gobierno madrileño le acusen de ordenar las detenciones producidas en esa manifestación después de los intentos de agresión al ministro de Defensa, José Bono, denunciados por el Ejecutivo central. "Saben que mienten", espetó al Ejecutivo de Esperanza Aguirre.

Méndez aseguró que la Delegación del Gobierno no interfirió en las diligencias policiales, que no recibió instrucción alguna y que se enteró de la militancia de las personas detenidas porque se lo dijo a posteriori el consejero de Justicia y Seguridad de Madrid, Alfredo Prada.

El delegado del Gobierno considera que esas acusaciones persiguen "objetivos que nada tienen que ver con la justicia y tratan de establecer estados de opinión que nada favorecen al correcto funcionamiento de las instituciones".

En su opinión, Madrid vive en la actualidad un tiempo político de "crispación y desencuentros" en el que las instituciones se utilizan para la confrontación política.

"Para algunos se ha trazado una raya que divide a los ciudadanos en dos grupos: las víctimas, siempre ellos, y los verdugos, siempre los otros. Se necesita un poco más de sensatez y ecuanimidad", concluyó.