Villar señaó que las medidas de autoprotección que deben aplicar los agentes del acuartelamiento de Intxaurrondo son las que hagan menos efectivos los atentados.

También aludió a las críticas vertidas desde la Consejería de Interior del Gobierno vasco respecto a la excesiva presencia de policías por número de habitantes en la Comunidad Autónoma Vasca.

El delegado del Gobierno recordó que "no se puede alcanzar el ratio europeo del número de policías, dado que aquí las fuerzas tienen que tener, además de una rotección de edificios importante, una parte importante de autoprotección".

El representante gubernamental aseguró que de las ocho granadas que la banda terrorista ETA utilizó en el atentado de ayer contra el cuartel de Intxaurrondo tan sólo siete hicieron explosión, dos de ellas en el interior del acuartelamiento, aunque en zonas ajardinadas. El resto de los artefactos estallaron en el exterior del cuartel, en zonas de jardines y una de ellas cerca de un supermercado.

En cuanto a la procedencia el material empleado en los últimos atentados contra cuarteles de la Guardia Civil del País Vasco y Navarra, Villar aseguró que "se trata de material de deshecho de los ejércitos, en concreto del belga", aunque no pudo precisar si las últimas acciones fueron cometidas por el mismo comando terrorista.

Para el delegado del Gobierno, "este tipo de atentados demuestran lo que le importa la vida humana a los terroristas", a los que calificó como "la octava plaga del País Vasco".