Porque, en su opinión, el no llevar a cabo un estudio de evaluación ambiental previo a la realización de las obras equivale "a no escuchar y excluir a los ciudadanos".

"Creo que la impresión principal que nos llevamos todos", explicó, "la sacamos tras la reunión anoche con los directamente afectados por las obras y una frase que recordamos de ellos, que se sentían como ciudadanos por primera vez, se sentían ciudadanos y no súbditos, porque alguien les escuchaba".

En la rueda de prensa que resumió esta tarde la visita de los miembros de esta delegación, en Madrid desde el pasado domingo, De Rossa afirmó tajante que, tras presenciar in situ las obras, lo de menos ahora es el debate sobre si es una vía urbana y, por tanto no precisa de impacto ambiental, o no lo es y sí lo precisa, porque "lo que yo he visto es una verdadera autopista que atraviesa la ciudad".

Frente al malestar expresado por la ausencia de Esperanza Aguirre (de viaje a Israel) en su reunión de hoy con representantes de la Comunidad de Madrid, en la que el más alto cargo era un director general, la delegación enjuició de "positiva" la que mantuvo ayer con el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

No obstante, echaron de menos un documento, algo más allá de la declaración del alcalde de que en los futuros tramos de la M-30 por desarrollar se contaría previamente con un estudio de impacto ambiental. "El PP en la Asamblea de Madrid tampoco lo sabe y la pregunta es si esta respuesta es suficiente para cumplir las exigencias de la legislación europea", dijo De Rossa.

Igualmente les resultó positiva a los miembros de la delegación comunitaria el encuentro con la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, "quien nos informó que desde el principio creyó necesario un estudio de impacto ambiental".

Por su parte, la eurodiputada verde Margrete Auken, en su intervención, retomó la, a su juicio, escasa relevancia política de la representación del Gobierno de Esperanza Aguirre en su encuentro de hoy y afirmó que "hablar con funcionarios que no pueden dar respuesta a nuestros interrogantes simplemente no nos ha sido útil".

"Creo que hoy el Gobierno regional de (Esperanza Aguirre) abdicó de su obligación y la reunión no sirvió para nada. Para nosotros, era importante celebrar una reunión con políticos del Gobierno regional y hay muchos vicepresidentes que podrían estar presentes", lamentó.

Willy Meyer, del Grupo Confederal de Izquierda Unitaria, añadió que "es incomprensible la actitud de la Comunidad de Madrid, que no mantiene una relación de colaboración institucional que afecta a la salud de los ciudadanos de Madrid. La gente sin dormir, las famosas chimeneas, el ruido... eso es fácilmente cambiable y estamos a tiempo", comentó.

EL SALCHICHÓN DE LA M-30

Por último, el socialista Carlos Carnero manifestó su esperanza en que tanto la Comunidad como el Ayuntamiento "respondan con sensatez, es decir, con hacer la evaluación de impacto ambiental para corregir y proteger la salud de la gente y el medio ambiente".

Sobre el anuncio de Ruiz-Gallardón de hacer estudios ambientales antes de iniciar el resto de tramos pendientes, señaló que "esto es un conjunto no un salchichón".

La delegación europarlamentaria explicó, en conclusión, que el informe que emita (con carácter oral será el 10 de julio y escrito en septiembre) no es vinculante para la Comisión Europea. Tampoco que lo principal sean eventuales sanciones, sino "aportar soluciones", coincidieron todos sus miembros, como también en que cuando la UE reciba las alegaciones al proyecto "va a volver a ratificarse en que se debe hacer esta evaluación de impacto ambiental".