Así lo han puesto de manifiesto los doctores Peter Sleight, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), y Thomas Hedner, del Hospital Universitario de Göteborg, (Suecia), coordinadores del encuentro Tabaco e Hipertensión que se celebra en Madrid, en el marco del XVI Congreso de la Sociedad Europea de Hipertensión.

"Dejar de fumar es la medida más efectiva para reducir el riesgo cardiovascular en el paciente hipertenso, ya que reduce en más de un 50% las complicaciones futuras; ningún otro tratamiento alcanza estos efectos", asegura el doctor Sleight.

El consumo de tabaco es responsable del 20% de las muertes en varones y del 5% en mujeres, y mata cada año a cinco millones de personas.

Desde un punto de vista de coste-efectividad, confirma el doctor Hedner, abandonar el hábito tabáquico constituye una de las alternativas más exitosas. "Hay que tener en cuenta que algo aparentemente tan sencillo como el asesoramiento del médico o de enfermería puede conducir al abandono del hábito".

Sin embargo, reconoce el mismo profesional, las políticascontra el tabaco son, en muy pocas ocasiones, una prioridad en Salud Pública. "La mayoría de los fumadores de los países occidentales que han dejado de fumar lo han hecho por sus propios medios, sin necesidad de tratamientos o asesoramiento médico", asegura.

El experto denuncia que todavía en Europa siguen existiendo muchos obstáculos para disponer de tratamientos farmacológicos que ayuden a dejar el tabaco.

Además, continúa, tampoco los profesionales sanitarios son extremadamente responsables con el problema del tabaco. "Sólo el 70% de los médicos de atención primaria pregunta habitualmente a sus pacientes si fuman; si la respuesta es afirmativa, únicamente el 40% adopta alguna acción contra el tabaco".