La Xunta había propuesto a las cuatro cajas gallegas y a los bancos Pastor y Gallego (curiosamente, no al Banco de Galicia, del grupo Banco Popular), que destinaran el 1 por cien de sus depósitos a un fndo, coordinado por la Xunta, que lo emplearía en proporcionar creditos a tipos de interés de IPC (es decir interés real nulo) para empresas que deseen invertir en Galicia.

El Banco de España, cuyo gobernador, Luis Angel Rojo, podría haberse entrevistado con el presidente de la Xunta, Manuel Fraga el pasado lunes, no es partidario de cualquier medida que atente contra "el proceso desregulador" de los mercados financieros.

Sin embargo, el Pastor pone condiciones a la iniciativa: "que se trate de poyectos económicamente rentables sin ninguna presión política, que no se discrimine a los prestatarios, que las decisiones se tomen una vez realizadas valoraciones objetivas por expertos independientes, que dichas decisiones se tomen por mayorías muy cualificadas de al menos 3/4 de las entidades que paricipen y que entren a formar parte otros bancos nacionales con fuerte implantación en Galicia.

Esta último requisito coincide con el deseo de la Xunta de extender el 1 por cien a los depósitos gallegos e los bancos nacionales que operan en aquella comunidad autónoma.