Este documento, que se presentó este lunes en Madrid, señala que la inversión global en ayuda humanitaria internacional aumentó en 10.000 millones de dólares (un 27%) durante 2022, pero las necesidades crecieron a un ritmo mucho mayor. La brecha de financiación alcanzó así un máximo histórico de 22.100 millones de dólares (algo más de 20.000 millones de euros).

El codirector de IECAH, Francisco Rey, destacó que solo el 58% de los llamamientos económicos de ayuda lanzados a nivel mundial fueron cubiertos. De ellos, alrededor de un tercio recibieron el 50% o menos de lo solicitado.

Para Jesús Núñez, codirector de IECAH, el informe confirma un año más “el doble rasero” de la comunidad internacional a la hora de atender las crisis humanitarias. Dijo que mientras que los llamamientos para Ucrania recibieron el 100% de los fondos demandados, Sudán, Siria, Yemen, Afganistán y otros conflictos “permanecen olvidados”.

A su juicio, existe “una dinámica por la que la atención a una crisis, ayer Ucrania, ahora Gaza, acaba provocando la desatención del resto, tanto en esfuerzos diplomáticos como en el volumen de fondos activados”.

Por su parte, Rey advirtió que la demanda de asistencia humanitaria en 2022 aumentó más que nunca, con “más de 406 millones de personas que precisan ayuda humanitaria para su mera supervivencia”. En la última década, se han multiplicado por cuatro, afirmó.

Del mismo modo, el número total de desplazados y refugiados alcanzó en 2022 los 107,5 millones, con África Subsahariana de nuevo a la cabeza. Casi la mitad de las personas desplazadas del mundo residían en solo 10 estados, 7 de los cuales pertenecen a la clasificación de países de ingresos bajos.

Además, Rey subrayó el impacto de la guerra de Ucrania en el incremento de la inseguridad alimentaria, agravada también por las crisis climáticas. Unos 265 millones de personas de 60 países afrontan inseguridad alimentaria severa, apuntó, más del doble que antes de la pandemia.

Como prueba, resaltó que el volumen de actividad de MSF en el tratamiento de la desnutrición aumentó un 50% entre 2021 y 2022. A pesar de ello, se prevé una brusca caída de la financiación para combatir la desnutrición en 2024, alertó.

ESPAÑA

La inversión en acción humanitaria por parte de España creció un 47% en 2022 respecto a 2021, hasta los 158,48 millones de euros. Esto supone un 4% de la Ayuda Oficial al Desarrollo, con lo que “seguimos lejos del 10% que prevé la nueva Ley de cooperación", lamentó Rey.

El mayor porcentaje de estos fondos se destinaron a atender las consecuencias derivadas de la guerra en Ucrania. A continuación, destacan las partidas para asistir a la población saharaui y los proyectos en los territorios palestinos ocupados, Venezuela, Siria, Níger, Colombia, Afganistán y Mali.