Esta fuerte subida del déficit por cuenta corriente en el acumulado del año e debió sobre todo al aumento del déficit comercial y, en menor medida, al deterioro del saldo de las balanzas de transferencias corrientes y de rentas. Sin embargo, la balanza de servicios fue la única que tuvo una evolución favorable, gracias al buen comportamiento del turismo.

En concreto, la balanza comercial registró un déficit hasta septiembre de 27.502,3 millones de euros, frente a los 23.366,7 millones de 2002. Las exportaciones de mercancías aumentaron un 6,2%, hasta colocarse en 103.527,8 milones, mientras que las importaciones subieron un 8,4% (hasta 131.030,1 millones).

La balanza de servicios arrojó un superávit de 20.973 millones de euros, ligeramente por encima de los 20.149,5 millones de los nueve primeros meses de 2002, por el buen comportamiento de la rúbrica de turismo y viajes, que creció un 4,5%, hasta 22.740,3 millones. Los ingresos por turismo aumentaron un 4,1%, colocándose en 28.129,6 millones de euros, y los pagos un 2,7% (hasta 5.389,2 millones).

En cuanto a la balaza de rentas, acumuló hasta septiembre un déficit de 9.313,2 millones de euros, frente a 8.953,7 millones el año pasado; mientras que la de transferencias se contrajo sensiblemente, pasando de un superávit de 2.906,4 millones en 2002 a uno de 824,9 millones este año.

La cuenta de capital registró un saldo positivo de 5.508,9 millones (5.883,9 millones en 2002), por el descenso de las transferencias de capital procedentes de la Unión Europea (UE). La necesidad de financiación de la economía española hata septiembre fue de 9.508,8 millones, triplicando a la del mismo período del año pasado.

Dentro de la cuenta financiera, los activos netos del Banco de España frente al exterior aumentaron en 1.903,7 millones de euros. Las inversiones directas dieron lugar a unas entradas netas de 3.900,6 millones de euros, frente a unas salidas netas de 50,6 millones en 2002.