El saldo negativo acumulado en los nueve primeros meses del año se eleva a 2.77.468 millones de pesetas, con un aumento del 3,48 por cien. Este déficit es el resultado de unas importaciones de 7.026.214 millones y unas exportaciones de 4.448.746 millones.

Según la Dirección General de Aduanas, el déficit de setiembre no debe interpretarse como un empeoramiento serio de la balanza comercial porque obedece al bajo nivel de que tuvieron las importaciones en ese mismo mes del 90 como consecuencia de la crisis del Golfo.

Entre enero y setiembre, las importaciones que más aumenaron fueron las de combustibles (un 30,66 por cien), las de pieles y materias textiles y sus manufacturas (22 por cien), productos químicos (12,31) y maquinaria y equipos eléctricos (9,2).

Las exportaciones que más crecieron fueron las de automóviles (13,35 por cien) e industrias alimenticias (35,18) y las que más cayeron las de calzado (-21,41) y productos textiles (-24,46).

Según la Dirección General de Aduanas, las exportaciones tendrán en los próximos meses un bajo crecimiento, como consecuenia de la menor demanda procedente de Alemania, uno de nuestros mejores clientes.

Junto a este factor figuran otros como la disminución de las ventas de productos energéticos (-12 por cien) o la fuerte desaceleración de las de bienes de consumo alimenticio tras una primera parte del año con fuertes tasas de crecimiento.