El déficit afectó al comercio con la CE, los paíse de la OCDE no comunitarios, la ex Unión Soviética y Europa del Este, la OPEP, América Latina, los nuevos países industrializados de Asia (Hong Kong, Singapur, Corea y Taiwan), y el resto de países asiáticos y Africa.

El saldo negativo con la CE fue el mayor, al ascender a 1.380.300 millones de pesetas, pero el registrado con el conjunto de países en vías de desarrollo (PVD) alcanzó una cifra semejante, ya que se situó en 1.010.000 millones.

Entre los PVD, destaca el déficit comercial con los estdos de la OPEP, de 474.300 millones de pesetas, y con los de América Latina, que se elevó a 200.800 millones.

El saldo negativo con los nuevos países industrializados de Asia fue de 154.700 millones, y el registrado con los demás países asiáticos y africanos, de 180.100 millones.

Asimismo, el déficit con los países de la EFTA ascendió a 235.800 millones de pesetas, entre los que sobresalen los registrados con Estados Unidos, de 464.600 millones de pesetas, y con Japón, de 390.100 millones respectvamente.

El grado de cobertura comercial con estos dos últimos países es singularmente bajo, ya que España sólo les vende 39,7 y 13,6 pesetas, respectivamente, por cada 100 que les compra.

También los intercambios con la ex Unión Soviética y los países del Este arrojaron un saldo deficitario, de 42.300 millones de pesetas, como consecuencia de unas importaciones de 127.500 millones y unas exportaciones de 85.200 millones.

AFECTA A CASI TODOS LOS PRODUCTOS

En 1991, el déficit comercial tambén se generalizó prácticamente en todas las rúbricas de importación y exportación, salvo cinco: los automóviles, los productos vegetales, el caucho, el calzado y los productos de cerámica y vidrio.

Los superávits más cuantiosos fueron los del sector automovilístico (320.600 millones de pesetas) y productos vegetales (233.500 millones). El resto ascendieron a 106.100 millones en el sector del calzado, 64.700 millones en los productos cerámicos y 1.067 millones en el sector del caucho.