Este aumento del déficit se debe principalmente a un empeoramiento de la balanza de rentas pero, sobre todo, a la mala marcha de la balanza de servicios, debido al empeoramiento del turismo.

El déficit de la balanza comercial se situó en 34.958,7 millones de euros frente a un déficit de 35.265,2 millones, en el mismo periodo del año anterior. Las exportaciones de mercancías aumentaron un 0,9% mientras que las importaciones crecieron un 0,6%.

En los servicios, el superávit acumulado a lo argo de los doce meses del año ascendió a 26.245,3 millones de euros, inferior a los 27.137,9 millones registrados en el conjunto del año 2001. El superávit de la rúbrica de turismo y viajes disminuyó un 4,82% en el conjunto del año, situándose en 28.523,5 millones de euros, frente a los 29.970,5 millones contabilizados el año anterior, lo que propició el deterioro de la balanza de servicios.

La balanza de rentas incrementó su saldo deficitario en el periodo, alcanzando 11.493,7 millones de euros, frete a 10.655,5 millones acumulados a lo largo del año anterior.

En cuanto a la balanza de transferencias, cerró el 2002 con un saldo positivo de 2.435,6 millones de euros, por encima de los 1.835,7 millones de superávit del 2001. La cuenta de capital acumuló, en el conjunto del año 2002, un saldo positivo de 7.507,8 millones de euros, superior a los 5.556,0 millones de 2001, sobre todo por el aumento de las transferencias de capital recibidas de la UE.

Finalmente, el saldo agregado de la cuenta coriente y de capital, es decir, la capacidad o necesidad de financiación de la economía española en 2002 fue negativo en 10.263,6 millones de euros, por debajo del saldo también negativo de 11.391,0 millones en el mismo periodo de 2001.DICIEMBRE

El mes de diciembre fue especialmente negativo para la balanza por cuenta corriente, al cerrar con un déficit de 4.545,4 millones de euros, casi 1.400 millones más que el contabilizado en diciembre de 2001.

Esta evolución se explica por el aumento "senible" del déficit en las balanzas comercial y de rentas y también, de nuevo, por el menor superávit de la balanza de servicios.