Según la Oficina del Defensor del Pueblo, si bien los traumatismos craneoencefálicos -la mayoría de ellos a consecuencia de accidentes de tráfico sufridos por jóvenes- y los accidentes cerebrovasculares -tercera causa de muerte y primera de incapacidad en adultos según la OMS- tienen en España una incidencia similar a los países de nuestro entorno, nuestro país carece de una red específica de recursos sanitarios y sociales para atender de forma adecuada a las personas afectadas.

Igualmente, el informe indica que España carece de unidades específicas que aborden el daño cerebral de forma integral y por equipos multidisciplinares y tampoco existen centros específicos de rehabilitación.