En este sentido, Múgica destaca la "baja cobertura" del cupo de empleo para inmigrantes del año 2002, que se cifró en 32.79 ofertas de empleo, que, a su juicio, se debe a lo "poco ágil" de su gestión y, "en ciertos aspectos, ardua".

Además, el Defensor subraya que "la incidencia del contingente respecto al servicio doméstico durante" el año 2002 "ha sido mínima", por lo que recomienda a los Servicios Públicos de Empleo que tomen en cuenta este sector a la hora de ofertar trabajo a los inmigrantes ante su fuerte crecimiento en los próximos años.

A su juicio, "los contingentes pueden llegar a ser una vía adecuada par la vía regulación preferente de los flujos migratorios de carácter laboral, aunque no deben tomarse como la panacea en materia de inmigración".

Múgica considera que no debería descartarse la posibilidad de que los empresarios formulen ofertas nominativas con arreglo al sistema de contratación establecido con carácter general.

"En todo caso", añade, "si se quiere que el sistema (contingente) se robustezca y gane credibilidad, tanto para los propios empresarios y empleadores como para los inmigrnts, debe mejorarse la eficacia, hasta conseguir una mejor cuantificación de las necesidades reales del mercado de trabajo".

Por otro lado, el Defensor defiende el papel destacado que deben desempeñar los ayuntamientos para favorecer la integración de los inmigrantes. Según afirma, la vivienda, la educación y la sanidad son áreas básicas en ese proceso de integración.

Finalmente, Múgica destaca que en el año 2002 la inmigración clandestina se desplazó de las costas de Cádiz a las de Canarias y recurda las iniciativas tomadas desde el Gobierno para reforzar la vigilancia de esas costas.

En este sentido, el Defensor apunta que "la colaboración entre España y Marruecos, que felizmente parece que entra en los cauces de la normalidad, puede ofrecer resultados positivos en esta materia".