EL DEFENSOR DEL MENOR INVESTIGA EL JUGUETE "NATTY BOY" PARA DETERMINAR "SI ADEMAS DE DESAGRADABLE ES LESIVO"

- Advierte de que legislar sobre este tipo de juguetes puede atentar contra la libertad de expresión

MADRID
SERVIMEDIA

El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Javier Urra, aseguró hoy a Servimedia que esta institución ya se ha puesto en marcha para estudiar si podría prohibirse la venta del juguete de Little Flyvr Co, denominado "Natty boy", si bien reconoció que es "muy dificíl" y que se corre el riesgo de atentar contra la libertad de expresión.

El producto en cuestión consiste en una materia viscosa que puede contener un ojo, un dedo o bien un feto, y que se puede encontrar en los establecimiento populares de "Todo a Cien" o en algunas papelerías o tiendas de caramelos.

Hasta el momento, el Defensor del Menor se ha centrado en investigar si el producto, "además de ser desagradable, poco positivo y nad formativo, puede ser lesivo, ya que en la presentación del producto no hay datos. Por ahí sí podríamos perseguirlo administrativamente sin tener que ir por vía judicial", dijo.

Según explicó Urra a esta agencia, en el pasado mes de noviembre se abrieron tres expedientes de queja presentados por particulares que mostraban su preocupación por la venta de este juguete, en relación a los posibles riesgos para la seguridad y la salud que su utilización pudiera provocar en los menores, así como la falta deinformación en el embalaje.

Asimismo, exponían su asombro por el "mal gusto" de la empresa fabricante, opinión compartida por el Defensor del Menor, quien lo calificó de "muy desagradable y nada formativo".

Después de estudiar los expedientes referidos el Defensor del Menor solicitó un informe al director general de Alimentación y Consumo de la Consejería de Economía y Empleo de la Comunidad de Madrid, para que estableciera la adecuación del producto a la legalidad, en cuanto a sus característica técnicas, higiénico-sanitarias, de seguridad y comerciales.

Por su parte, la Dirección General de Alimentación remitió las muestras del artículo al Centro de Investigación y Control de Calidad para su análisis, cuyos resultados aún se desconocen.

En este contexto, Urra aseguró que estudiarán las posibles medidas para determinar las consecuencias de este tipo de juguetes en el desarrollo de los menores. Señaló que una de las posibilidades que están barajando es remitir el caso a la Fiscalía, si ben reconoció que es muy difícil demostrar que el producto es lesivo.

"Hay un artículo de la Constitución que habla del derecho a la correcta maduración y evolución de la personalidad. No sabemos si se podría por ahí demostrar que esto es lesivo, ya que para judicializarlo hace falta que jueces y fiscales nos dijeran que sí", explicó.

(SERVIMEDIA)
17 Ene 2000
SBA