EL DEFENSOR DEL MENOR ADVIERTE DEL PELIGRO DE NO DIFERENCIAR ENTRE VICTIMA Y VERDUGO
- En referencia a una sentencia que pide el indulto para un padre qe violó a su hijo
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El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Javier Urra, advirtió hoy del peligro que supone que la justicia y la sociedad no sepan diferenciar entre víctima y verdugo en los casos de abusos o malos tratos a menores.
En declaraciones a Servimedia, Urra hizo esta reflexión a raíz de una sentencia de la Audiencia Provincial de Córdoba que condena a siete años de prisión a un padre que violó a su hijo pero que, a su vez, pide el indulto para el prgenitor debido a las peculiaridades del caso, el gran afecto que siente el menor por su padre y el deseo de la familia de permanecer unida.
Urra reconoció la dificultad de este caso, así como la especial sensibilidad hacia el niño que, en su opinión, demuestra la sentencia, no queriendo mandar al agresor a la cárecl para que pueda estar con su hijo.
Sin embargo, advirtió de que entrar en cuestiones como que el niño es querido "es un terreno resbaladizo". En este sentido, recordó que hay agresoresque "quieren" a un niño o a una mujer y la tiran por la ventana. "Es un mal querer", subrayó. "La expresión 'quien bien te quiere te hará llorar' hay que empezar a desterrarla, porque quien bien te quiere te tendrá que hacer feliz o intentarlo", dijo.
RESPETAR AL MENOR
En su opinión, lo que hay que hacer por el bien de los niños es diferenciar bien lo que es la víctima y el verdugo. "La víctima es el niño y el verdugo es el que le agrede. El tener la confianza de un niño y conseguir sus apetencias n es un gesto de afecto sino una muestra de que no se respeta al menor", recalcó.
Por otra parte, señaló que la institución del Defensor del Menor está luchando por que los niños denuncien los abusos. Por ello, argumentó que decirle a un niño que si denuncia a su padre se va a quedar sin él "es perverso".
"La responsabilidad no debe cargarse sobre el niño. Al niño hay que dejarle claro que él es la víctima, que el otro es el verdugo y que la sociedad le defiende, si no es así las cosas se complica sobremanera", aseguró.
A su modo de ver, al agresor se le puede mandar a la cárcel y en bien de la propia familia decidir más tarde que salga, "pero una vez castigado y bien diferenciado dónde está cada cual. Eso es fundamental", remarcó, porque es muy malo para el niño el que no quede claro quién es el culpable, "ellos lo necesitan saber".
Por último, reconoció que estos casos son muy complicados, pero recalcó que lo son porque el padre rompió la voluntad de un niño. "Si usted le quiere, respétle", concluyó Urra.
(SERVIMEDIA)
25 Oct 1999
SBA