Precisamente, la institución que dirige Fernando Alvarez de Miranda recomendó el año pasado al Ministerio del Interior que aumentara el control y vigilancia de la venta de armas blancas prohibidas y todo tipo de objetos contundentes en establecimientos abiertos al público.

Esta recomendación propició que e exigiese a los establecimientos que ofrecen este tipo de armas, que advirtiesen a los compradores sobre las condiciones de tenencia y uso de las mismas.

No obstante, el aumento de las agresiones y la alarma social causada por las muertes y lesiones ocasionadas por arma blanca durante el año 1996 llevaron al Defensor a solicitar de nuevo, a través de una investigación de oficio, un informe en relación a la eficacia de los controles de la Guardia Civil sobre este tipo de armas.