Defensa considera "temerario" identificar las conductas de estos soldados como sedición "porque no existe ningún pronunciamiento del juez" al respecto y añade que los hechos no son, "en ningún caso, comparables con los de la Compañía de Operaciones Especiales (COES) de Mallorca".

El comunicado añade que, en este caso, los incidentes tienen su origen en los "comportamietos indisciplinados de los propios soldados que se encontraban bajo los efectos del alcohol" y están siendo investigados por el Juzgado Togado número 12 de Madrid, que en estos momentos instruye unas diligencias en las que se está tomando declaración a todos los que protagonizaron los incidentes, "sin que exista la imputación de un delito concreto".

Según explicó ayer el abogado de la ODS, Ignacio Perelló, los hechos ocurrieron en el Regimiento de Caballería Ligera Acorazada Villaviciosa número 14 de adrid, el 11 de noviembre del año pasado, cuando, tras celebrar los soldados su próxima licenciatura, uno de ellos fue golpeado y maltratado por haber bebido en exceso.

Los soldados dijeron que iban a protestar por los hechos, pero fueron los oficiales quienes al día siguiente denunciaron a 30 de ellos que fueron arrestados, según la versión de la ODS.

El Ministerio de Defensa dice en su comunicado que no quiere interferir en las competencias judiciales, pero "llama la atención sobre la existenci de iniciativas concretas que realizan una crítica sistemática e infundada de los ejércitos, mediante la explotación de sucesos aislados y singulares".

"El intento claro de transmitir una imagen general de malos tratos en las Fuerzas Armadas constituye una manipulación de la opinión pública. El Ministerio y los Ejércitos no consideran justo que hechos aislados sean generalizados y utilizados para empañar la buena calificación profesional de los militares", concluye la nota.