La medida, sobre la que el Ministerio de Defensa tomará una decisión definitiva a mediados de este año, se enmarca en los planes de mejora y modernización de los cuarteles militares y, en particular, de las condiciones de vida de los soldados profesionales.

Aunque los menús que se sirven a la tropa y marinería, tanto profesional como obligatoria, han mejorado sustancialmente en los últimos años, su elaboracin sigue siendo responsabilidad de militares.

El departamento que dirige Federico Trillo se propone no sólo mejorar las condiciones de alimentación de la tropa profesional a partir del próximo año, sino que tiene el propósito de que todos los miembros de las Fuerzas Armadas desempeñen tareas de militar, y no de pinche o cocinero o de cualquier otra actividad propiamente civil.

En este sentido, Defensa ya ha puesto en práctica desde el pasado 1 de enero una experiencia piloto, en la que se contrata servicios civiles de restauración en algunas unidades del Ejército español. El periodo de prueba durará seis meses, trancurrido el cual se evaluarán sus efectos y se tomará una decisión sobre la idoneidad de extender estos servicios al resto de acuartelamientos.

Entre las novedades implantadas con la experiencia en marcha, destaca la supresión de las tradicionales bandejas de metal en donde se servía el rancho. Ahora, las distintas comidas (desayuno, comida y cena) se sirven en platos.

"Hemos noado un gran cambio por el hecho de pasar de comer en bandeja a plato. Ahora hay menos personas que comen en la cantina", asegura un cabo profesional en declaraciones a la revista "Tierra".

La idea de profesionalizar civilmente el servicio de restauración en las Fuerzas Armadas nació en 1999, cuando el Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra nombró una comisión de estudio al respecto. En el año 2000 se confeccionó un pliego de cláusulas administrativas para proceder a la contratación de las empesas.

A finales del año pasado, se sacó a concurso público la oferta para desarrollar la primera experiencia en este sentido, que funciona desde el 1 de enero y concluirá en el mes de junio.