La compra está centralizada por el Ejército de Tierra, pero también atiende a las necesidades de la Armada, el Ejército del Aire y del Espacio, la UME y el Mando de Operaciones (MOPS).

El valor estimado del contrato acuerdo marco, incluidas posibles modificados y prórrogas es de 21,7 millones para unas raciones que, según el pliego, deben “constituir una comida completa, suficiente y adecuada, con un aporte total que cubra todas las necesidades nutrientes de un soldado durante el periodo de un día”.

Además, el texto advierte de que la ración “será fácil de calentar, sólida al transporte, adaptable a la mochila y de poco peso y volumen, no debiendo consumirse durante más de 30 días consecutivos y con los aportes energéticos y calóricos reseñados” según los estándares de la OTAN.

Las comidas se dividirán en cinco menús distintos compuestos cada uno de ellos por desayuno, que deberá tener una caducidad de 18 meses, y las comidas A y B, ambas con cuatro años de caducidad, además de pan y una serie de complementos. El apartado del pan es igual en todos los menús: dos paquetes de pan galleta de 100 g. cada uno correspondientes a las dos comidas o dos paquetes de 130 g. de pan de larga duración. Y el de complementos varía para desayuno y comida.

Cada paquete llevará dos pastillas depuradoras de agua, tres pastillas de combustible sólido, cuatro sobres de polvo Isotónico Defatigante con Vitamina C, un estuche de cerillas, un hornillo quemador, una bolsita con papel celulosa (10 hojas), una nota informativa, un sobre de crema dentífrica fluorada, un sobre desinfectante instantáneo de manos y un chicle para higiene dental de menta.