Según Pairet, el problema está en la escasez de alistamientos al ejército profesional y en la ausencia de medidas reales para motivar a los posibles candidatos a soldado.

Por ello, la AME propone una serie de medidas para hacer más competitiva la oferta del Ejército, y así conseguir un mayor número de efectivos.

Una de las claves", explicó Pairet, es que paguen a la tropa profesional de acuerdo con el funcionario (de la Administración General del Estado) equivalente".

Además, prosiguió, "hay que ofrecerles una formación profesional y educativa adecuada, de tal forma que cuando reingrese en la vida civil, al cabo de tres, seis o diez años de tropa profesional temporal, esté en condiciones de encontrar un puesto de trabajo con bastante facilidad".

El próximo 31 de diciembre los últimos soldados de remplazoabandonarán los cuarteles. El propio Ministerio de Defensa ya ha reconocido públicamente que se necesitarán unos 20.000 hombres y mujeres para alcanzar el contingente mínimo de 102.000 efectivos que fijó en su día el Parlamento español.

A este respecto, el secretario general de la AME, apuntó que para el mantenimiento y servicio de los cuarteles habrá que contar necesariamente con la empresa civil, puesto que los efectivos humanos previstos habrán de dedicarse solo a tareas estrictamente militares.

Ante esta situación, el responsable de la AME dio a entender que, en vista de que no hay otra opción, la contratación de guardas jurados debe entenderse como "algo normal", que muchos otros ejércitos ya practican.

Para concluir, Pairet recordó que la primera pista de que determinados servicios militares iban a dejarse progresivamente en manos de civiles se dio "cuando empezamos a tener autobuses civiles para el traslado de tropa y mandos".