Las previsiones del Gobierno son que en la base imponible del impuesto, en la que se reflejan los intereses de la hipoteca, los contribuyentes se deducirán el año próximo 197.595 millones de pesetas, sólo 1.000 millones de pesetas más que en la declaración de este año.

El principal motivo, segú el propio Ministerio de Economía y Hacienda, es que el ahorro fiscal que podría generar al Estado el abaratamiento de los tipos de interés, se está viendo compensando por el incremento de la demanda de vivienda, animada por la mayor confianza de los contribuyentes.

En cuanto a la cuota íntegra del impuesto, en la que se deducen las cantidades de capital prestado que se devuelven cada año, los Presupuestos del Estado prevén un gasto fiscal por vivienda de 232.812 millones de pesetas.

De ese diner, según las cuentas públicas para 1999, unos 198.000 millones corresponden a la compra de vivienda habitual y unos 34.000 millones a las deducciones por cuentas de ahorro-vivienda, que aumentan un 17,6% respecto a los 28.100 millones de pesetas presupuestados para 1998.

Según el Ministerio de Economía, el crecimiento de las deducciones es paralelo a la cifra de declarantes del IRPF, a la evolución del mercado inmobiliario y al incremento de las rentas. El ministerio asegura que este gasto fiscal se haconvertido en un buen reflejo de la extensión de la propiedad inmobiliaria en España.