Pregunta.- En la disyuntiva actual sobre los objetivos de politica económica, dónde se sitúa el CDS: en preservar el Programa de Convergencia o reactivar la economía a costa de dañar el programa?

Respuesta.- Pensamos que hay que estar del lado de la ortodoxia y creemos que las exigencias del Tratado de MaastrichT en materia de precios, finanzas públcas y enedeudamiento son exigencias lógicas.

Sin embargo, creemos que el análisis debe ser más hondo ya que el problema básico es la falta de competitividad de nuestra economía, en general, y nuestro sector industrial, en particular. Esta situación no se arregla modificando el tipo de cambio.

La gran pregunta es si podemos recuperar competitividad mediante el juego normal de los mercados y sus agentes. La respuesta es no. Solo podemos salir adelante mediante un acuerdo de solidaridad, cuestión que se etá imponiendo en Europa y que nosostros hemos planteado hace tiempo, incluso antes de que los alemanes tomaran la iniciativa.

El problema es que nadie quiere dar ese paso porque los intereses electorales están muy próximos y la idea de pacto social está desprestigiada. Mientras tanto, la negociación colectiva está paralizada y se va embalsando. La situación es grave. Aumenta el desempleo y el déficit público, aunque esto último no se dice, porque nuestro sistema recaudatorios está muy ajustado a la activdad y una caída de actividad produce una caída de recaudación, como es el caso de la caída de las ventas de coches que se ha traducido en una reducción de recaudación de 30.000 millones.

P.- Ustedes vienen desarrollando una intensa actividad en relación con la asistencia y apoyo a las pymes. Cuál es ahora el papel de estas empresas?

R.- Nosotros representamos a la pequeña empresa, medida como la que tiene menos de 15 empleados. Esta empresa necesita un tratamiento diferenciado de la gran empresa. La peueña empresa necesita ayudas desde que nace. No pede ser que se tarde nueve meses en crear una pequeña empresa como lo demuestra un estudio de Cepyme. Hay que agilizar y flexibilizar todo lo que se refiere a este subsector de la empresa que en términos de empleo puede representar entre el 55 y el 70 por cien del total.

En materia de ayudas proponemos algo muy concreto: agrupar todas las ayudas de la CEE, la admininistración central y la autonómica y que se editen para conocimiento de los pequeños empresaios.

En materia fiscal debe simplificarse el Impuesto de Actividades Económicas y situarse en un 4 por cien del IVA, impuesto que ya de por sí mide la actividad.

El impuesto sucesorio es un impuesto que perjudica a la pequeña empresa ya que hemos demostrado con un estudio que empuja a la liquidación de las empresas.

Vamos a proponer la creación de las sociedades de responsabilidad limitada de socio único, una ficción jurídica que ya existe en Europa y que permite que en caso negativo para la marcha d la empresa no se lleve por delante todo el patrimonio personal del pequeño empresario.

Por otra parte, las sociedades de garantía recíproca no han dado el juego que se esperaba. Una fórmula para ello sería la creación de unos fondos de garantía muy sencillos con contribuciones de entidades públicas. En este caso, se podría hacer que el banco Europeo de Inversiones destinara un 10 por cien de sus ayudas a este fondo.

PATRONAL INDEPENDIENTE

P.- Cuál es su óptica sobre la posición de CEOE en este conteto?

R.- En España conocemos más las cúpulas de las grandes organizaciones que los líderes de pequeñas empresas. CEOE habla como portavoz único de los empresarios y creo que habría que crear liderazgos en el ámbito de la pequeña empresa con una comunicación más fluida. Sería conveniente que hubiera una separación clarísima de estos ámbitos y que se supiese que hay una patronal nacional de la pequeña empresa.

P.- Usted fue ministro de Trabajo en gobiernos de UCD. Qué piensa del crecimiento del desempleo?R.- La situación actual es muy grave. Si se hiciera ahora una EPA estaríamos en 3.200.000 parados, con unas perspectivas muy negativas porque se acumulan los expedientes de crisis. La situación del mercado laboral es de bloqueo y de desplazmiento de la responsabilidad por parte del gobierno, los empresarios y los sindicatos.

Hemos llegado a un grado de deterioro y desmoralización muy importante. Por eso se hace necesario un acuerdo y cuanTo más tarde peor. El gobierno da pasos lentísimos y eso va a proucir un castigo de la opinión pública sobre los partidos que ya se está viendo en la intención de voto que muestran las encuestas, con un malísimo resultado para todos los partidos.