Aunque nunca se ha suspendido oficialmente la `cumbre` prevista los días 8 y 9 de diciembre en Rabat, lo cierto es que las relaciones bilaterales habían sufrido un nuevo enrrarecimiento por diversos motivos en los últimos meses.

Tras la crisis del islote de Perejil de julio de 2002, el regreso de los respectivos embajadores, en enero, y el subsiguiente `deshielo` poltico que escenificaron el 5 de junio en la finca de Quintos de Mora (Toledo) el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el primer ministro marroquí, Dris Jettu, el contencioso del Sáhara en la ONU se cruzó este verano en el camino de la normalización.

El Gobierno marroquí anunció el 26 de septiembre que la primera RAN entre ambos ejecutivos desde diciembre de 2001, que Aznar y Jettu habían fijado en Rabat para octubre, quedaba suspendida por la actitud del Gobierno español de no admitir un Sáharaautónomo bajo soberanía marroquí, como propugna el Reino Alahuita.

Si la propuesta de celebrar un referéndum de autodeterminación para que los saharauis decidan es objetada por Rabat, el Frente Polisario y Argelia se niegan a aceptar la integración en territorio marroquí. España secunda la idea de que no puede haber una paz impuesta a una de las partes y defiende la idea de la consulta popular en el plazo de cinco años que propugna el llamado `Plan Baker`.

ALUVION DE PATERAS, NUEVO CONFLICTO

Po otro lado, diversos altos cargos del Gobierno español cuestionaron a lo largo de octubre, coincidiendo con la llegada a Canarias y la Península de cientos de ilegales en pateras, la disposición del Gobierno marroquí para erradicar las mafias clandestinas.

Hoy, la titular de Exteriores, Ana Palacio, se ha apresurado a señalar hoy lo positivo de las medidas anunciadas ayer por Mohamed VI y ha dicho en tono conciliador: "entre Marruecos y España es necesaria una colaboración muy estrecha, una complicida para hacer del Mediterráneo un especio que vaya más allá del libre comercio".

Unas declaraciones que devuelven las relaciones al estado en que estaban el 5 de junio y en los meses anteriores cuando, a raíz del hundimiento del buque `Prestige`, el Rey Mohamed VI ofreció los caladeros marroquíes a la flota gallega durante la obligada parada biológica por el vertido. Asimismo, España se volcó hacia Marruecos con ocasión del atentado contra el centro español en Casablanca.

Los próximos 18 y 19 de noiembre, el ministro del Interior marroquí, Mustafá Sahel, viajará a Madrid para abordar con su homólogo español, Angel Acebes, la creación de esa Dirección de Migración y Vigilancia de Fronteras con delegaciones en Tetuán, Tánger, Al Hoceima, Nador, Larache, Ujma y El Aiun.

Otro de los problemas pendientes es la delimitación de aguas territoriales en Canarias, desde que, en enero de 2002, el gobierno de Aznar concediera licencias a Repsol para la prospección de petróleo en las aguas cercanas a Fuertevntura. Marruecos dice que se trata de "aguas jurisdiccionales marroquíes", que España no reconoce.