La aparición de una quincena de furgonetas policiales, con sus dotaciones al pleno, más la intervención de los policías municipales que también acudieron a la zona, obligó a los gitanos a dejar libre la calle y a reordenar el aparcamiento de las cerca de treinta furgonetas y automóviles con los que llegaron para participar en la manifestación.

Tan sólo hubo un conato de incidente entre los gitanos y los policías municipales, cuando un funcionario propinó un porrazo a una de las gitanas concentradas. La intervención de varios trabajadores de la Unidad de Trabajo Social (UTS) de la Ribera de San Fermín impidió que la reacción de los gitanos pasase a mayores.

Las 120 personas de raza gitana que participaron en la concentración llegaron a cortar el tráfico por espacio de unos quince minutos, en los dos sentidos de la calle Goya, a la altura de la sede comercial de "Unión Fenosa".

Los manifestantes, hombres, mujeres y niños, a quienes acompañaban una decena de trabajadores del Consorcio de l Población Marginada y algunos miembros de la UTS de ese organismo, eran en su mayoría vecinos de la Ribera de San Fermín, en el distrito de Usera, aunque también había algunas familias del poblado de Los Focos, del distrito de San Blas.

Los gitanos organizaron la manifestación para protestar contra la decisión de la compañía de cortar el suministro eléctrico, ejecutado este pasado martes, día 4, por una orden juidicial; un mandato que los empleados de "Unión Fenosa" cumplieron sin avisar previamentelas familias afectadas, según explicó a Servimedia Manuel Maculet, responsable de la citada UTS.

En el caso de los gitanos de Los Focos, decidieron unirse a la protesta porque, tras el realojamiento que completaron en diciembre de 1990, no les reanudaron el suministro de fluido eléctrico, pendiente de que la compañía les coloque el transformador correspondiente.

Una vez reanudado el tráfico, Manuel Maculet habló con responsables de la empresa eléctrica, que se comprometieron a dialogar con dos rpresentantes del poblado de San Fermín y otros dos de Los Focos, para tratar de alcanzar un acuerdo, al tiempo que el centenar de gitanos permanecía en la calle, a la espera del desenlace de esas conversaciones.