DEBATE NACION. AZNAR ECHA EN CARA A ALMUNIA SUS AMBICIONES POLITICAS Y EL PSOE OFRECE AL GOBIERNO PACTAR TEMAS DE ESTADO
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El rifirrafe entre el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el secretario general del POE, Joaquín Almunia, en el Debate del Estado de la Nación adquirió en algunos momentos tintes broncos.
Aznar echó en cara a Almunia su fracaso en las primarias y sus supuestas ambiciones políticas dentro de su partido, mientras que Almunia resaltó el caracter conservador del PP y ofreció al Ejecutivo pactar temas de Estado.
Almunia insistió en que el PP pretende ocupar el espacio político del centro, que no le corresponde, criticó la "vengonzante y continuada" privatización de la sanidad y acusóAznar de maquillar los datos referidos a la Seguridad Social para ocultar su mala gestión.
Aznar hizo tres puntualizaciones previas a entrar en materia: encontró incomprensible la sorpresa de Almunia por la fecha del Debate porque "lo hablé con usted", aseguró que en su discurso de esta mañana agradeció su colaboración a los socios nacionalistas del Gobierno y aventuró que el dirigente socialista "debía estar distraido" en ese momento y, finalmente, afirmó que el anuncio del envío de tropas españolasa Kosovo se hizo la semana pasada en el debate sobre la cumbre de Colonia, al que no asistió Almunia.
A estos argumentos respondió más tarde el líder socialista, quien dijo que la comunicación sobre el envío de tropas a Kosovo no se hizo "como se debe", porque el debate formal se producirá el jueves e insistió en que el portavoz de CiU se quejó hoy de la falta de reconocimiento del Gobierno a su contribución a la estabilidad.
Este agresivo inicio de la respuesta a Almunia del presidente, provocó na fuerte ovación en los bancos populares. Tras estas primeras cargas contra el PSOE, la intervención de Aznar se convirtió en una sucesión de irónicas descripciones sobre la situación del primer partido de la oposición y las aspiraciones personales de su secretario general, Joaquín Almunia.
Recordó que Almunia es el tercer participante del PSOE en un Debate sobre el Estado de la Nación en lo que va de legislatura y expresó la "disposición" del Gobierno, para "seguir dando oportunidades" a futuros paricipantes en esta cita parlamentaria.
Especuló incluso con la intención de Almunia de "pedir una oportunidad" a través de su participación en este debate parlamentario "para ver si consigue ser lo que hasta ahora ha intentado y de momento no ha conseguido, que es ser candidato de su partido. Usted", le espetó, "viene sin ser candidato de su partido y, además, tiene a su partido sin candidato".
Y advirtió al dirigente socialista que si confía en "hacer méritos" para "conseguir ser el candidato" de PSOE en este debate "se ha equivocado".
Almunia respondió a estas cargas de profundidad pidiéndole que no se preocupe por sus ambiciones personales porque "yo he venido aquí a hablar de España y no a hablar de mí".
Las fuertes protestas del Grupo Socialista ante los envites de Aznar, obligaron al presidente de la Cámara a pedir reiteradamente orden a sus señorías, e incluso apercibió seriamente a la diputada socialista Isabel López y Chamosa, a la que advirtió que una amonestación más sería motio de expulsión del Hemiciclo.
Aznar agradeció al portavoz socialista que describiera como un "declive" la situación del Gobierno popular porque "desde hace años el PP tiene la suerte de ir ganando las elecciones", mientras que "desde hace dos años, en que usted dirige su partido, ustedes han perdido elecciones en Galicia, en el País Vasco, han perdido las elecciones municipales, las autonómicas y las europeas, por el triple de votos por el que le ganamos las elecciones generales".
Insistió en que"no es mala cosecha" para tan sólo dos años de mandato, sobre todo teniendo en cuenta que Almunia "no es tampoco especialista en ganar otro tipo de elecciones que usted mismo convoca", en referencia a las primarias que Almunia perdió frente a José Borrell.
El presidente del Gobierno se mofó de la autosatisfacción del PSOE por lo que han llamado una "dulce derrota" y se comprometió a "seguir endulzándoles las próximas derrotas que van a cosechar ustedes en próximas convocatorias electorales".
Almuia respondió con acidez a las insinuaciones de Aznar, al que dijo que le ha visto perder elecciones desde 1982, año en que llegó al Congreso, hasta 1996.
Criticó el cuadro totalmente catastrofista y negativo dibujado por Almunia, al que exigió la presentación de propuestas alternativas para demostrar que el PSOE no es sólo una propuesta para "volver atrás".
A partir de este punto el debate entró en una fase técnica en la que Aznar replicó al portavoz socialista con profusión de datos económicos qe el ministro de Economía, Rodrigo Rato, le fue pasando durante la intervención de Almunia.
Uno y otro se lanzaron datos sobre estas materias para acreditar sus argumentos. Aznar, con continuas comparaciones con los datos que arrojaron los Gobiernos socialistas, y Almunia con constantes acusaciones sobre la parcialidad de los datos ofrecidos por el Ejecutivo.
Aznar defendió la gestión del Gobierno en política económica, los logros en creación de empleo, la evolución de las cuentas de la SeguridadSocial, la reforma de la sanidad y el incremento del poder adquisitivo de los pensionistas.
La financiación autonómica mereció una mención especial del presidente que exigió a los socialistas que dejen de criticar un sistema que, a su juicio, ha desmostrado ser útil y que hagan una propuesta concreta.
En materia de terrorismo, Aznar insistió en su defensa de las instituciones, la Constitución y el Estatuto de Gernika y rechazó las críticas de Almunia sobre la ausencia del Gobierno del País Vasco. Por su parte, el secretario general de los socialistas ofreció al presidente del Gobierno su colaboración para llegar a acuerdos sobre políticas de Estado relativas a Asuntos Exteriores, financiación autonómica y pacificación de Eukadi.
A su juicio, hay asuntos que no deben ser pactados únicamente con los socios parlamentarios sino que requieren la participación "de todos". "Reitero nuestra voluntad de consenso en temas de Estado, y no para que nos lo agradezca, sino para que tome nota y lo haga"
El presidente del Gobierno también recogió el guante lanzado desde el PSOE y aseguró que tanto para la pacificación del País Vasco como para otros asuntos contará con la voluntad de consensos expresada por los socialistas.
Almunia rechazó las acusaciones que les hizo Aznar de representar la vuelta atrás, y aseguró que el presidente traía su discurso de réplica "hecho desde casa".
En su intervención, evidenció algunas contradicciones del PP, al que acusó de queren ocupar un espacio político que no es el suyo". Se felicitó por la defensa que hizo Aznar del Estatuto de Gernika después que en su aprobación parlamentaria seis diputados de Alianza Popular, predecesora del PP, votaran en contra.
Almunia reconoció que no todo lo hecho por el Gobierno es malo, pero advirtió que no será el quién glose sus logros, sobre todo porque el Ejecutivo se apunta tantos que están apoyados por datos parciales o falseados, facilitados por el ministro de Economía, Rodrigo Rato.
(SERVIMEDIA)
22 Jun 1999
SGR