En el turno de réplica a Anasagasti, Aznar señaló que el PNV no quiere la desaparición de ETA y sus cómplices, sino que "está creando nuevas tramas de viejas complicidades", en alusión al Pacto de Estella.

Bladiendo desde la tribuna el escrito aprobado por el Parlamento vasco, el presidente señaló que ese no es camino de futuro, como a dijo esta mañana, sino "el camino del delirio" que es la autodeterminación.

Una postura que no van a dejar que triunfe los demócratas del País Vasco ni del resto de España. En su dura réplica, el jefe del Ejecutivo insistió en que la legitimidad de los ocho parlamentarios nacionalistas vascos no es mayor que la de los 11 parlamentarios de PP y PSOE.

"Ya me gustaría a mi, añadió en alusión a las amenazas de ETA, "que la calidad democrática de estos diputados fuera igual que la suya (la de los diputados nacionalistas) en términos de tranquilidad".

Anasagasti, en el turno de dúplica, acusó a Aznar de "haber roto todos los puentes" porque no quiere ningún tipo de solución al conflicto. A su juicio, el Gobierno y sus terminales mediáticas han creado un País Vasco "virtual".

El portavoz peneuvista leyó las disposiciones adicionales de la Constitución que hablan de lano renuncia del País Vasco a sus derechos históricos y pidió, como propuso el asesinado ministro Ernest LLuch, hacer "constitucionalismo útil", no separatismo.

Aseguró también que el camino de criminalización del nacionalismo es un camino que lleva al "enfrentamiento" y que no va a ninguna parte. "No está en su legítimo derecho cercar informativa y políticamente a Euskadi" hasta faltar "al respeto institucional".

"Usted ante los poderosos de la tierra es servil", comentó en relación a su reunión on Bush en Canadá, "y ante quien cree que es más debil, machaca, arrasa". "Al PNV se le podrá cercar informativamente, ponerle bajo sospecha, pero usted no le va a despreciar al PNV, un partido que tiene 107 años".

Aznar cerró el debate diciendo a Anasagasti que "para justificar lo injustificable no se puede estar permanentemente apelando a fantasmas del pasado".

"Usted lo que me propone es que sigamos dejando en las calles extorsionando y amenazando a los mismos", comentó. "¿Noventa días de distnsión, para qué?", se preguntó el presidente. "Aquí lo que hay que hacer es cumplir la legalidad".