"Ha servido para que incluso los grupos de la oposición y particularmente el PSOE hayan reconocido que el balance global es positivo; han tenido que reconocer que en áreas como la de la marcha de la economía o la creación de empleo las cosas van francamente bien", señaló en declaraciones a la Cope.

Alvarez Cascos achacó el carácter moderado del debate a que "es muy difícil en un debate parlamentario intentar cambiar una realidad, y lo que en estos momentos perciben losespañoles es una realidad reflejada en buenos datos de la marcha del empleo, y también en aquellas cuestiones que afectan a su nivel de bienestar, ya que han disminuido muchos gastos y aumenta la renta disponible. Los españoles tienen la percepción de que razonablemente está mejorando su nivel de vida". Según Alvarez Cascos, "el ejercicio de realismo que hizo Felipe González explica por lo menos una parte de su intervención".

En cuanto a si esa moderación ha marcado el fin de la llamada "crispación", l vicepresidente primero afirmó que "para los fabricantes de crispación artificial seguramente sí. Para el resto de los españoles, que somos mayoría y que siempre dijimos que eso era una invención artificial de unos pocos, este debate no ha marcado nada, salvo el reconocimiento para esos pocos de que es inútil seguir insistiendo en la existencia de una imaginaria crispación que luego en realidad no se percibía".

"La valoración de los españoles va por otro lado y éstos percibían que la marcha económicay política del país es mucho más favorable que la existente hace un año. Ni ahora ni durante toda esta legislatura la crispación ha constituido una preocupación para la mayoría de los españoles", añadió.

Para Alvarez Cascos, el buen balance del debate no va a significar ningún tipo de conformismo por parte del Gobierno. "Somos conscientes de que lo que se ha conseguido se ha logrado con un enorme esfuerzo; pero mantener lo conseguido y mejorarlo requiere un esfuerzo mucho mayor y, por lo tanto, en ninún caso puede haber autocomplacencia ni conformismo. De autocomplacencia nada y de autoexigencia mucho", señaló.

LIBERTADES

Respecto al "manifiesto del 15 J", como han denominado un centenar de periodistas de Barcelona el escrito firmado en Cataluña en el que achacan al PP un retroceso en las libertades, el vicepresidente primero dijo: "Si hay una serie de personas, periodistas o no, empeñados en demostrar que en España hay un problema de libertades, de libertad de opinión e información, cuando lo qe hay es un problema de expectativas para determinadas cuentas corrientes, la gente no compra el contenido de ese manifiesto".

"El único problema que hay", añadió, "es cómo evitar el abuso de posición dominante para que haya competencia en el futuro de los medios audiovisuales. Me temo que por muchos más que añadan su firma tratando de confundir la marcha de las cuentas corrientes con la evolución de la libertad de información en España, van a dar en el vacío a la hora de que sea compartida su opiniónpor la inmensa mayoría de los españoles de a pie, que lo que perciben es que en cada periódico, radio o emisora de televisión cada cuál dice lo que quiere y nadie ha recibido ninguna amenaza ni ha sentido ninguna mordaza para expresar lo que quiere expresar", concluyó.