De esta forma, Almunia explicó en rueda de prensa que considera logrado el objetivo que se marcó como interlocutor socialista en este Debate, al "marcar" estas diferencias y hacerlas compatibles con un refuerzo del consenso en materias de Estado, como la paz en el País Vasco.

Como conclusión del debate, dijo Almunia, "e puede comprobar la existencia de dos políticas diferenciadas, de dos políticas alternativas para afrontar los retos del futuro y para resolver los problemas del presente en España".

La "clave" de esta diferente forma de hacer política, según Almunia, es el mecanismo por el que unos y otros reparten la riqueza económica entre todos los ciudadanos. Los socialistas, dijo, reconocen que la actual situación económica es "buena" y, precisamente por ello, "criticamos la cicatería del Gobierno" al redistribirla.

Frente a la creencia de que el mercado basta, los socialistas insisten en la necesidad de que sean las instituciones públicas las que garanticen la defensa de los más débiles y el aumento de la cohesión social.

"Eso no quiere decir", precisó, "que no haya elementos que debamos mantener en un área de consenso entre todas las fuerzas políticas y, especialmente, entre el Gobierno y el principal partido de la oposición".

"NO SOLO PALABRAS"

Después de ofrecer consenso desde la tribuna, y ara que el presidente comprobara "que no eran sólo palabras", Almunia explicó que ayer mismo el Grupo Socialista se puso en contacto con el Popular para tratar de consensuar una resolución de toda la Cámara en materia de terrorismo y consolidación de la paz en el País Vasco, y también para intentar llegar a un acuerdo sobre la ley de compensación a las víctimas del terrorismo.

Almunia también se refirió a la unidad de la izquierda defendida en el debate por el coordinador general de Izquierda Unida, Jlio Anguita. El líder socialista recordó el acuerdo al que han llegado ambas formaciones para buscar gobiernos de progreso en los municipios donde sea posible, y se congratuló de los cambios en la política de alianzas de la coalición desde las elecciones de 1995. "La que mantiene ahora a mí me satisface. La que mantuvo en 1995 le satisfizo a la derecha", dijo.

También explicó que siguió "con interés" la intervención del portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, del que dijo que fue "claro" al explicar al prsidente los motivos por los que ya "no confía" en su Gobierno.

A pesar de compartir algunas de sus exposiciones, Almunia recordó que, en materia de terrorismo, los socialistas coinciden con el Gobierno en los principios básicos. "Por eso", dijo, "no puedo compartir algunos de los análisis que hizo ayer el señor Anasagasti. Los respeto, pero no los comparto".

En cuanto a la intervención del portavoz de CiU, Josep López de Lerma, en la que "no capté mucho entusiasmo", Almunia se limitó a recordar qe la coalición tiene un "escenario muy complicado" en los próximos meses, no sólo por la "difícil batalla" de Pasqual Maragall, sino por la necesidad de marcar distancias con el PP para arrebatarle parte de su electorado en Cataluña.

Además, aseguró que los dirigentes de CiU son conscientes de que no tienen argumentos para desdecirse del apoyo que han prestado "muchas veces de manera entusiasta" al Gobierno, y su electorado sabría que la ruptura obedecería sólo a un "puro interés electoral". "Pero ésees el problema de CiU, no es nuestro problema. Nosotros en Cataluña y en Madrid podemos hacer el mismo discurso y vamos a hacer el mismo discurso", aseguró Almunia.