Hormaechea declaró hoy a un grupo de periodistas en los pasillos de la Cámara Alta que su intervención de ayer no buscaba precisamente el aplauso de los presentes.

"No era un discurso para que lo aplaudieran", precisó. "Era un discurso muy radical, como corresponde a determinadas situaciones que hemos vivido en Cantabria".

El polémico presidente, que no ocultó su malestar por la insistencia de algún informador en preguntarle sobre las críticas recibdas por su intervención, quiso zanjar la cuestión diciendo que "cada cual hace su discurso de acuerdo con las ideas que tiene".

"Mi discurso", apostilló, "no podía ser apoyado por el PSOE ni por la derecha, porque realmente era un discurso con una profundización enorme en lo que podíamos llamar desarrollo autonómico, que, evidentemente, no creo que hoy por hoy lo suscriban ninguno de estos partidos".