"Me siento extraordinariamente orgulloso de haber presidido el Gobierno en la etapa más larga de convivencia libremente aceptada de toda la historia de España", dijo textualmente el jefe del Ejecutivo.

González, cuyas palabras motivaron aplausos y gestos de aprobación entre los bancos socialistas, dejó claro que él asume la responsabilidad del Gobierno en todo ese proceso, incluidos los errores que hayan podido ser cometidos.

Durante su intervención, el jefe del Ejecutivo reafirmó su creencia en la cohesión de España como nación y, en alusión a la propuesta del PP sobre un pacto nacional que culmine el Estado de las Autonomías, señaló que no se debe hacer un debate en falso sobre este tipo de cuestines.

En este sentido, recordó que ya existen pactos suscritos recientemente, como el que afecta a diez autonomías del 143, que, en su opinión, es un pacto legítimo que necesita ser completado.

Tras expresar su opinión contraria al modelo de Administración única, González indicó que respeta mucho la idea del federalismo -iniciativa planteada por la senadora de IU Isabel Villalonga-, aunque advirtió de la "tentación intelectual" que supone establecer a quién corresponden las competencias.

El pesidente del Gobierno subrayó que todas las competencias son compartidas y citó como ejemplo el caso de los incendios, que no dejan de apagarse por llegar al límite de una determinada comunidad con competencias en la materia.

OFERTA DE DIALOGO

González se mostró receptivo a las ofertas de diálogo y de pactos surgidas en el debate autonómico y valoró el hecho de que en los dos últimos días todos los grupos políticos hayan decidido por consenso reformar la Constitución para convertir al Senado en una ámara de representación territorial.

En el turno de dúplica, Ruiz-Gallardón reiteró a González la necesidad de contar con el consenso de todas las fuerzas políticas para alcanzar un pacto que culmine el Estado de las Autonomías.

Asimismo, el portavoz del PP arremetió contra el representante del PSOE, Bernardo Bayona, de quien dijo había hecho un discurso brillante, pero un discurso de oposición, porque ocupó el 90 por ciento de su tiempo en criticar el proyecto del PP, "como si nosotros estuviéraos en el Gobierno".

En respuesta a las acusaciones del senador popular, Bayona se limitó a señalar que "en cuanto al magisterio de los artilugios, le concedo la primacía".

Ruiz-Gallardón resaltó las diferencias de criterio de los socialistas sobre el Estado de las Autonomías e incluso recordó unas recientes declaraciones del presidente del Senado, en las que dijo que no entraba dentro de los planes del Gobierno reformar la Constitución.

Al finalizar la sesión, Felipe González, en unas escuets e improvisadas declaraciones a los periodistas, destacó su disposición a negociar con el PP el desarrollo autonómico de las comunidades del 151, "si lo que quieren es dialogar", remachó.