Lo dijo en la rueda de prensa de presentación de ‘Los guapos’, su debut como director de teatro, cuando se le preguntó por la decisión de la Fiscalía provincial de Madrid de presentar una denuncia contra el director de teatro Ramón Paso por cuatro delitos conta la libertad sexual de 14 mujeres, que van desde las coacciones hasta la agresión sexual. El Ministerio Público ya les ha tomado declaración y ellas han ratificado la denuncia que se refiere a hechos ocurridos entre 2018 y 2023.

David Trueba comentó que conoce este caso por las informaciones aparecidas en prensa y precisó que nunca ha coincidido con Ramón Paso. No obstante, exclamó que “ya era hora” de que comenzaran a salir a la luz estas situaciones.

Esto le sirvió para explicar que él es el pequeño de ocho hermanos (siete varones y una mujer) y recordó que su madre estableció “de manera inteligente” en el hogar familiar unos protocolos para proteger la intimidad de su hermana, y “ahora me he dado cuenta de lo importante que es” tomar ese tipo de decisiones.

Puntualizó que su madre no era lectora de Virginia Woolf, a pesar de lo cual “supo que una mujer necesita un espacio propio”, el cual, si se rompe, “una mujer no puede ser libre”.

David Trueba dejó claro que “sin seguridad, no hay justicia” y deploró que se hable “con mucha prepotencia” de los barrios humildes como lugares problemáticos, obviando “algo fundamental: que no tienen seguridad”.

Afirmó que, como padre, expareja y amigo de actrices, “conozco comportamientos en esos niveles”, lo que le sirvió para reclamar “muchísima ayuda” a quienes denuncian, ya que “están muy solas y pagan un precio muy alto por denunciar”.

Recordó que cuando estalló el caso de Harvey Weinstein coincidió en un tren con Nuria Espert, quien le contó dos o tres episodios cuando le preguntó si en su trayectoria se había encontrado con sujetos de esa condición. “Le puede pasar a cualquiera”, afirmó.

Por último, David Trueba reflexionó sobre el hecho de que “la precariedad, la juventud, la ambición, el deseo de conseguir un sueño son armas que los demás pueden utilizar contra ti”, por lo que abogó por “no volvernos locos, ser justos, dar tratamientos a las cosas y educar a las generaciones jóvenes para que lo que pasaba no suceda”.