Según informa Cepsa, se trata de productos de avanzada tecnología y bajo grado de viscosidad, que favorecen una menor fricción en el motor, lo que permite reducir el consumo de combustible, las emisiones de CO2, y la emisión de otros gases y partículas contaminantes (en el caso de los vehículos híbridos).

Además, esta nueva gama de productos es considerada de elevada durabilidad, lo que permite reducir la generación de residuos y contribuye a incrementar el ciclo de vida de los productos.

En este sentido, el negocio de Lubricantes de Cepsa lleva años apostando por la sostenibilidad a través de distintas iniciativas, como la utilización de envases con un 30% de plástico reciclado, la sustitución de los bidones por contenedores IBC reutilizables, o la optimización de la logística de distribución, que permite reducir la huella de carbono de su transporte.

Cepsa fabrica estos productos en su planta de lubricantes de San Roque, Cádiz, desde donde después distribuye a más de 80 países. Esta nueva gama estará disponible en los canales habituales de distribución de la compañía que, entre otros, cuenta con una amplia red formada por 1800 estaciones de servicio en España y Portugal, sí como talleres especializados y distribuidores oficiales.