Diego Bravo fue alcanzado en la mano derecha por uno de los disparos efectuados por los terroristas, cuando intentaba entrar en el edificio del barrio donostiarra de Morlans en el que los etarras se habían hecho fuertes.

El capitán de la Guardia Civil, que ha perdido el dedo corazón de la mano derecha, fue operado de las heridas en la Residencia Nuestra Señora de Aránzazu antes de ser trasladado a la Clínica del Pilar.

El otro guardia civil herido en el enfrentamiento, el cabo osé Luis Renco Prieto, de 26 años, fue trasladado esta mañana a Toledo, donde continuará recuperándose en el Centro Nacional de Parapléjicos, según confirmaron fuentes del Gobierno Civil de Guipúzcoa.

José Luis Renco fue alcanzado por una bala, que le afectó a la zona cervical, por lo que presenta una lesión medular con paraplejia. Según fuentes médicas, el cabo quedará casi con toda probabilidad inválido.

Por otra parte, las once personas detenidas en la operación policial permanecen en las depedencias de la Dirección General de la Guardia Civil, en Madrid, después de que el juez de la Audiencia Nacional encargado del sumario prolongará durante 48 horas más el período de incomunicación.