Tras destacar la importancia de la negociación que está a punto de comenzar entre Estados Unidos y Cuba, manifestó que en ese contexto "el Gobierno español debería incentivar el diálogo político entre la Administracion Clinton y Fidel Castro, ya que por sus buenas relaciones diplomáticas con ambas partes, probablemente es el país que está en mejores condiciones de ejercer una cierta capacidad de influencia".

En opinión de Curiel, "no es casual que írculos influyentes de la propia opinión pública norteamericana y determinados medios de comunicación estén insistiendo en la necesidad de una apertura de diálogo abiertamente político entre las dos administraciones, la cubana y la norteamericana, que no se remita únicamente al problema suscitado por los 'balseros', sino que realmente sea un rayo de esperanza a un cambio y a una pacificación del conflicto".

"Personalmente, dijo Curiel a servimedia, creo que habría que llevar al ánimo de las dos partesvarias cuestiones: El establecimiento de un calendario de reformas políticas, que implicase en un corto plazo de tiempo la legalización de todos los partidos políticos y la celebración de unas elecciones constituyentes a un parlamento democrático que decidiese el futuro de Cuba. Y, en ese contexto, el levantamiento inmediato del embargo".

En opinión de Curiel, "Clinton haría bien en revisar una política que ha fracasado. Ya no se puede seguir aplicando a Cuba la política de contención de la 'guerra fra'. Las circunstancias en Cuba, en América Latina y en el mundo han cambiado, por consiguiente Clinton no puede pasar a la historia simplemente como un continuador de Reagan en el conflicto cubano ni dejarse llevar por los elementos más extremistas y más radicales, como Mas Canosa (presidente de la Fundación Cubano-Americana), que están inspirados en una idea revanchista respeto a La Habana."

"En esa idea de reforma pactada, que es urgente porque la situación en la isla es desesperada y hay que evitarque estalle un conflicto interno serio que degenere en un baño de sangre, creo que España es el país que está en mejores condiciones para jugar un papel de mediador para estimular el diálogo y poder ofrecerse como un punto de encuentro entre las dos diplomacias", concluyó.