CUMBRE UE. ZAPATERO ACUSA A AZNAR DE PRECONIZAR EN EUROPA LO CONTRARIO DE LO QUE PRACTICA EN ESPAÑA

- Le reprocha haber dado lecciones de liberalización a los líderes europeos mientras que fomenta los oligopolios en España

- Exige a Aznar una disculpa ante los socialistas catalanes por haber intentado vincularles a los violentos y le advierte de que no tolerará estas acusaciones "ni una sola vez más"

MADRID
SERVIMEDIA

El secretaio general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, juzgó esta tarde "modestos" los resultados del Consejo Europeo de Barcelona y centró sus reproches al Gobierno en lo que consideró una contradicción entre su discurso ante la Unión Europea y sus prácticas en España.

En su intervención durante el debate parlamentario sobre esta Cumbre, Rodríguez Zapatero rechazó el "autobombo" de algunos ministros y concluyó asegurando que el pasado fin de semana se dio "un paso corto" en la construcción de Europa.

Desde su punto de vista, Barcelona careció de compromisos claros y los Quince se limitaron a reiterar los objetivos ya fijados en la Cumbre de Lisboa, sin evaluar los logros alcanzados desde entonces y sin reforzar las metas sociales.

Sentenció, en este punto, que, lejos de esa meta, España "se aleja cada vez más de Lisboa" y de sus objetivos de pleno empleo, implantación de la sociedad del conocimiento, aumento de la cohesión social y respeto al medio ambiente.

"Nuestro país no va", sentenció Rdríguez Zapatero, tras enumerar las cuestiones en las que España está "a la cola" de la Unión, tales como la incorporación de las nuevas tecnologías, el gasto en investigación, o la competitividad, preconizada por Aznar como presidente de la UE.

PLAN DE CONVERGENCIA

Por ello, el líder socialista reclamó un plan de convergencia de España con Europa en todo lo referente a las nuevas tecnologías y sociedad del conocimiento, con una dotación de dos billones y medio de pesetas para alcanzar la media euroea. Sin ese plan, alertó, España no llegará al pleno empleo, a un empleo de calidad, a la cohesión social y a la competitividad.

Mientras no se apruebe ese plan, prosiguió Zapatero, España seguirá a la cabeza en paro, en precariedad laboral, en desempleo femenino, en siniestralidad, o en inflación. "No se ría tanto, señor Aznar, ya sé que esto a los bancos de la derecha les preocupa muy poco", comentó, en este punto, dirigiéndose a los escaños del Gobierno.

Rodríguez Zapatero subrayó estas contraicciones entre el discurso de Aznar en Europa y su gestión en España, y se preguntó cómo fue capaz de "dar lecciones de liberalización" a sus colegas europeos cuando en España la privatización de empresas públicas del sector energético no ha aumentado la competencia, y el noventa por ciento de los ciudadanos sólo dispone de un operador para contratar la luz, el gas, o la línea de teléfono fijo.

A los "cantos de liberalización" de Aznar contrapuso el veto de la Fiscalía General del Estado a la querellacontra las principales petroleras por concertar los precios. "¿Qué competencia es ésta?", se preguntó.

En España, sentenció, la liberalización no es más competencia, "sino concentración del poder en pocas manos que aquí, además, fueron nombradas por usted", algo que juzgó "impresentable", entre los aplausos de su grupo y los abucheos del PP.

En política internacional, pese a felicitarse por las negociaciones con Gran Bretaña por el contencioso de Gibraltar, la resolución de Oriente Medio y el éxio en la antigua Yugoslavia, el líder socialista echó en falta un compromiso claro ante América Latina, especialmente hacia Argentina, y ante el Mediterráneo.

"NI UNA VEZ MAS"

Ya al final de su intervención, Rodríguez Zapatero reprochó a Aznar la ausencia de mención alguna a las manifestaciones pacíficas de Barcelona, y recordó al presidente del Gobierno sus advertencias por la decisión de los socialistas catalanes de dar libertad de asistencia a sus militantes.

Tras subrayar que no es el Gobiero, "por suerte", quien otorga la libertad de manifestación, sino la Constitución, le reprochó el intento de "implicar" a los socialistas en contactos con los violentos, por cuyo rechazo "sufrimos, como ustedes, desgarros y pérdida de vidas".

Le exigió, por ello, una disculpa ante los cientos de miles de personas que ejercieron pacíficamente su derecho de manifestación y aseguró, en tono contundente, que no tolerará estas acusaciones "ni una sóla vez más. Ya se lo advierto".

(SERVIMEDIA)
18 Mar 2002
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