Tanto el presidente del Gobierno español, José María Aznar, como el canciller alemán, Helmut Kohl, que hasta ahora se había negado a cualquier tipo de incentivos para mejorar el nivel de empleo, han aceptao el artículo 3 del tratado, aunque dejando claro que no habrá financiación suplementaria.

El artículo 3 señala que la Comunidad "contribuirá a un alto nivel de empleo mediante el fomento de la cooperación entre los estados miembros, así como apoyando, y en caso necesario complementando, sus respectivas actuaciones, sin dejar de respetar las competencias de los estados miembros".

En el apartado 2 del artículo se indica que, "al formular y aplicar las políticas y medidas comunitarias, deberá tenere en cuenta el objetivo de un alto nivel de empleo".

Según fuentes diplomáticas, Aznar ha defendido que a ese apartado se deberá añadir "sin prejuicio de otros objetivos del Tratado". El argumento que ha dado el presidente del Ejecutivo español es que el empleo es un aspecto fundamental, aunque no es el único.

Dentro del capítulo sobre el empleo, los Quince se han mostrado de acuerdo con limitar el artículo 5, que prevé que el Consejo pueda adopar medidas incentivadoras para fomentar la cooperacin entre países miembros y apoyar su actuación en el ámbito del empleo.

Estas medidas incentivadoras deberán reflejar el importe máximo de su actuación, los motivos de su adopción, "basados en una evaluación objetiva de su necesidad, y la existencia de un valor añadido a escala comunitaria", que no debe ser superior a 5 años.

Todos los jefes de Estado se han mostrado de acuerdo en que las decisiones para poner en marcha los proyectos piloto deben ser tomadas por unanimidad. El único que se ha desmrcado es el primer ministro italiano, Romano Prodi, quien ha pedido la mayoría cualificada.