Según fuentes gubernamentales se logra así superar el escollo más grande en los debates sobre la liberalización durante la Cumbre de Barcelona, si bien la pretensión de la presidencia española era que se liberalizara en 2003 la energía eléctrica. El acuerdo logrado consiste en liberalizar electricidad y gas en 2004.

No obstante, a partir de ese año, serán sólo las empresas las que tengan acceo al mercado liberalizado, si bien no se sabe qué ocurrirá con los consumidores domésticos, para los que la Comisión Europea pide también acceso a un mercado libre lo antes posible.

Los franceses admiten así abrir la liberalización energética pero, a cambio, contarán con una declaración clara sobre el concepto de servicio público, lo que permite al Estado garantizar determinados servicios, como la electricidad, que son considerados de interés general y deben ser prestados y garantizados para todos losciudadanos en igualdad de condiciones y por mucho que su prestación sea deficitaria.