Ni siquiera se han puesto de acuerdo respecto a cuando retomar las negociaciones, lo que deja en el aire la celebración del referéndum de ratificación convocado para el 13 de junio conjuntamente con las Elecciones al Parlamento de Estrasburgo.

José María Aznar se ha presentado en la rueda de prensa final de la umbre sonriente y dando a entender que la postura inflexible no ha sido la de España, que ha llegado a presentar hasta media docena de contrapropuestas sobre el reparto de poder institucional.

Eso sí, casi todas ellas giraban en torno al Tratado de Niza y sólo una dejaba abierta la puerta a un posible cambio de sistema. Básicamente se trataba de aumentar los votos ponderados de Alemania, de 29 a 31, y dejar los de España y Polonia en 27. Algo muy difícil de aceptar por Italia y por Francia, que con su 50 y 67 millones de habitantes, respectivamente, no aceptan equipararse prácticamente en poder con países como España, de 42 millones.

Según Aznar, España estuvo incluso dispuesta a "buscar fórmulas sobre otros sistemas", en alusión a la polémica doble mayoría, que entraría en vigor a partir de 2009, cuando expire el Tratado de Niza, o en el 2014, propuesta hecha esta última 'in extremis' por España para contentar a los polacos, los más remisos a transigir con una pérdida de poder.

Y es que desd un primer momento de esta CIG se vió la decisión de España y Polonia de oponerse a la entrada en vigor del texto redactado por el francés Valery Giscard d'Estaing para aprobar las cuestiones fundamentales con el voto de la mitad mas uno de los Estados, que alberguen al menos un 60% de europeos. Ana Palacio desechó incluso una propuesta a media mañana que consistía en subir los porcentajes de esa doble mayoría, para que las decisiones se tomen con un 55% (al menos 13 de los 25) que representen al 65% de polación. Se la ha hizo el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, pero Palacio insistió en que no, que el sistema de voto ponderado incluido en el Tratado de Niza tiene que entrar en vigor.

En esa tesis se ha mantenido el presidente del Gobierno español hasta el final. Ha venido a decir que él ya adelantó lo que iba a pasar porque la "dificultad" de un tratado como el de Niza, cerrado entre 25 países, hacía aconsejable no reabrir el debate sobre el poder en la UE. Un debate en el que ahora yano sólo se va a poner en cuestión el sistema de toma de decisiones y vetos, sino que va a reabrir la polémica lista de temas sujetas a mayoría cualificada, y el modo de elección del presidente del Consejo Europeo.

Sin contestar directamente a Aznar en su rueda de prensa, el presidente francés sí ha dicho que el reparto de poder aceptado en "unas circunstancias determinadas (en Niza se dirimía la arquitectura para el proceso de ampliación) no puede aceptarse para una Constitución" que va a regir los detinos de todos los países ya miembros de pleno derecho. Chirac ha comentado, en alusión a España y Polonia, que "ha pesado una cierta diferencia de cultura" a la hora de enfocar la negociación, insistiendo en que su entrevista de esta mañana con Aznar fue corta, alrededor de media hora, porque "no había flexibilidad por su parte (Aznar) ni posibilidad de negociación".

Por su parte, España reprocha a Francia que haya cambiado de opinión de tres años para acá, porque, como ha recordado Aznar, ya entonce Alemania tenía 82 millones de habitantes y Francia 56, y aceptaron compartir 29 votos ponderados cada uno como país grande. ¿Por qué ahora Francia se aviene a tener menos representación que Alemania?. "Eso se lo tendrán que preguntar ustedes al presidente francés, ha dicho Aznar, quien una y otra vez dijo que no quería "señalar a ningún país con el dedo" como responsable del fracaso.

MICHEL: "ESPAÑA SE HA PEGADO UN TIRO EN LA PIERNA"

Lo cierto es que el malestar del llamado núcleo fundador de la UE Francia, Alemania, Italia, y los países del Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo) es grande salvo en el caso italiano, que como ostenta la presidencia semestral tuvo palabras de comprensión para Polonia y España. Menos diplomático, el ministro de Exteriores belga, Jean Louis Michel, ha llegado a decir en pasillos, que "España y Polonia se han disparado en el pie" y que "priman sus intereses interiores sobre los europeos".

Berlusconi no ha querido echar culpas. Ha dicho que "no hay crisis ni es un dama lo sucedido", ya que ninguna CIG ha concluido bajo la presidencia del país que la inauguró, pero sí ha diferido con Aznar en el futuro de la Constitución. El presidente español insistió una y otra vez en que "las cosas tienen su maduración" y ésta puede encontrarse bajo la Presidencia irlandesa de la UE, que empieza en enero y acaba en junio.

Pero el mandatario italiano ya ha dicho que se aprobará "en la presidencia irlandesa o en la holandesa", esta última durante el segundo semestre del año, lo ue equivale a decir que se aplaza la negociación 'sine die'. La delegación irlandesa ha aprovechado las conversaciones de pasillo para señalar que antes de lanzarse a nuevos calendarios negociadores, habrá que analizar lo sucedido".

Y como muestra final del estado de división que se vive ante esta cuestión, sirve el hecho de que ha habido divisiones incluso sobre la necesidad de una nota oficial de la CIG que explique lo ocurrido. La nota al final se ha emitido, pero sólo tiene cuatro líneas: "El Consjo Europeo toma nota de que a la Conferencia Intergubarnamental no le ha sido posible alcanzar un acuerdo global sobre el borrador de proyecto Constitucional en este momento. Se solicita a la Presidencia irlandesa que, sobre la base de consultas, haga un análisis de los progresos (de acuerdo) e informe al Consejo Europeo en marzo".