El ECRE, que se reunió en Sevilla del 7 al 9 de junio pasados, considera que los Quince deben "ser coherentes con los compromisos de la Cumbre de Tampere de respeto absoluto del derecho a solicitar asilo y proporcionar garantías a quienes busquen protección en la Unión Europea, o acceso a la misma".

Ante la Cumbre de Sevilla, ECRE muestra su preocupación por la tendencia de los estados europeos hacia el bloqueo del acceso a sus territorios, reflejada en medidas como el endurecimiento de reuisitos para la obtención de visados, aumento del control fronterizo y sanciones a los transportistas".

Este organismo reconoce el derecho de los gobiernos europeos a controlar sus fronteras y a luchar contra la inmigración ilegal, pero considera que unas medidas de control continuas y eternamente endurecidas no sólo han obstruido el derecho de los solicitantes de asilo a acceder al territorio, sino que también han fomentado la entrada ilegal y la actuación de las redes criminales.

"El resultado on incontables muertes en las costas y fronteras europeas, y el surgimiento de nuevas formas de esclavitud y explotación", destacó ECRE.

A su juicio, "la histeria que domina actualmente el debate político sobre asilo e inmigración es alarmante. La percepción de que el continente está siendo inundado por inmigrantes irregulares no tiene base".

Por ello, este organismo hace un llamamiento a los gobiernos europeos para que desarrollen una estrategia coordinada en toda Europa, que incluya el establecmiento de un sistema europeo de asilo común y justo, un reparto global de la responsabilidad en esta cuestión, tomar parte activa en las causas que provocan el desplazamiento forzoso de inmigrantes y una política de inmigración común.