El presidente del Gobierno español, José María Aznar, recibió al presidente de la República Francesa, Jacques Chirac, a la entrada del palacio y ambos mandatarios pasaron revista a un batallón que les rindió onores.

A continuación, Chirac y Aznar firmaron en el libro de honor del palacio y, en el momento de redactar esta información, estaban manteniendo un encuentro para repasar los temas pendientes.

Uno de los principales escollos, el nombramiento por parte de España de un juez de enlace para temas relacionados con el terrorismo, se desbloqueó definitivamente ayer al aceptar el magistrado Manuel García-Castellón el ofrecimiento de ocupar el cargo.

Los jueces galos y el Gobierno del país vecino e habían quejado reiteradamente de no tener un interlocutor español único, con sede en París, para resolver cuestiones administrativo- judiciales relacionadas con ETA.

De hecho, recientemente se celebró en la Audiencia Nacional una reunión de jueces y fiscales españoles y galos para abordar esta cuestión, y en las cumbres semestrales de las cúpulas de los ministerios español y francés de Interior, éste también era un tema pendiente.

Fuentes del Palacio de La Moncloa han resaltado en las últimas fchas el cambio de mentalidad que se ha producido en Francia respecto del terrorismo, en gran medida porque ha visto cómo se extendía este fenómeno a zonas clave de su territorio, como Bretaña.

A las 12,15 estaba previsto que se incorporara a la cumbre el primer ministro francés, Lionel Jospin. De monmento ya han comenzado las reuniones sectoriales de los seis ministros que han acudido a esta cita junto con Aznar: Josep Piqué, Federico Trillo, Jaime Mayor Oreja, Francisco Alvarez Cascos, Anna Birulés yPío Cabanillas, con sus respectivos homólogos franceses.

En materia de infraestructuras España está muy interesada en repasar el estado de las obras del AVE Perpignan-Frontera Española, así como el proyecto de túnel de Somport (Huesca).

Además de estos temas concretos, fuentes de La Moncloa reconocen que Francia está muy interesada en que nuestro país participe en el proyecto franco-alemán de revitalizar políticamente la Unión Europea.

Por principio, España se declara partidaria de todo lo qe sea reforzar la cooperación, pero cuestiona que éste sea el mejor momento para hablar de una Europa federal, como ha hecho el titular alemán de Exteriores, Joscha Fischer. Fuentes del Gobierno estiman que es prematuro plantearse nuevas metas cuando todavía está por ver cómo resulta la Conferencia Intergubernamental (CIG).

De entrada, España no quiere dejar el mercado interior de la UE al albur de una "cooperación reforzada", que en lenguaje comunitario significa una reedición de las "dos velocidades y que en una Europa a 27 ó 28 miembros podría dejar a la economía española en una situación comprometida.