Las piezas, que ahora se incorporan a las colecciones públicas estatales, se destinarán al Gabinete Numismático del Museo Arqueológico Nacional, que conserva la colección más importante del mundo de moneda islámica peninsular, compuesta por más de 15.000 ejemplares, según informó Cultura.

Las piezas pertenecían a la colección Tonegawa, una institución privada compuesta por unas 2.000 monedas islámicas de distintas épocas y procedencias, de las que ayer la casa Auró&Calicó de Barcelona subastó cerca de medio millar en lotes individuales.

Cultura declaró “expresamente inexportables” 16 de las monedas subastadas, como medida cautelar antes de la puja, por su “gran relevancia histórica”, puesto que el conjunto corresponde a acuñaciones realizadas en la península ibérica o en el ámbito de influencia de la cultura islámica desarrollada en España durante la Edad Media.

Las piezas son “ejemplares de gran rareza, con escasa o nula representación en las colecciones públicas españolas”, lo que, a juicio del Ministerio de Cultura, “justifica la adopción de esta medida cautelar que impide la salida del país y el consiguiente demérito para el patrimonio histórico español”. Además de por las 16 monedas supradichas, Cultura ejerció el derecho de tanteo con cargo a sus presupuestos sobre otras 72 de especial interés, hasta alcanzar la cifra de 88.

El departamento dirigido por Ernest Urtasun ejerció el derecho de tanteo sobre cuatro lotes más, por un valor de 13.600 euros. Lo hizo actuando en representación del Patronato de la Alhambra y Generalife, con cargo a los presupuestos de esta institución, que incorporará esas piezas a la colección del Museo de la Alhambra, puesto que todas ellas corresponden a acuñaciones granadinas del periodo nazarí.