En una intervención en el Instituto Español de Analistas Financieros, Cuevas señaló que las expectativas empresariales están mejorando, aunque sigue retraído el comportamiento de los consumidores y las decisiones de inversión.

Para el dirigente patronal, el problema no se centra en la evolución cíclica de la economía a corto plazo, ino en los obstáculos que existen para que se mantenga en el tiempo, entre los que citó las tensiones inflacionistas, el desequilibrio exterior y la mayor competitividad, por la globalización de la economía.

"Nos preocupa que, a pesar de la debilidad económica, la inflación se resista a bajar del entorno del 5 por ciento", aseguró, en contraste con el resto de los países de la UE que rondan el 2 por ciento.

En cuanto al desequilibrio exterior, subrayó que se está poniendo de manifiesto la consecuncia de destrucción masiva del tejido productivo y de las empresas industriales. "En cuanto a la demanda empiece a recuperarse -añadió- probablemente surgirán problemas de oferta interna que presionarán sobre los precios y la balanza de pagos".

Para poder competir mejor, Cuevas solicitó a la Administración una nueva política fiscal que impulse las empresas productivas, el replanteamiento de las políticas sociales, la racionalidad en la gestión de los recursos públicos y la limitación del gasto del Estdo.